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El cormorán

Mensaje estremecedor

Cuando parecen cumplirse en Asturias las palabras que Dante puso a las puertas del infierno, "lasciate ogne speranza" ("perded toda esperanza"), hemos de recordar las sentidas y estremecedoras frases de la ministra de Fomento, Ana Pastor, en su última visita a las obras de la Variante de Pajares.

En efecto, hemos perdido casi toda esperanza de ver la Variante en funcionamiento antes de que finalice 2015 y a pastor hemos de reprocharle directamente que sus visitas fueron frecuentes, pero siempro las dedicó a estremecernos con los "ríos" de los túneles o con esa ladera de Campomanes que es un primor de deslizamientos.

No obstante, lo más grave fue lo de la última visita, cuando invocó a las empresas contratistas para que agilizaran las obras. Increíble y desmoralizador, ya que a las obras se las estimula echándoles billetes de los Presupuestos, pero no a última hora y de forma escasa, sino regularmente durante los cuatro años del Gobierno del PP en los que Fomento ha sido demoledor con Asturias. ¿A qué vienen esas plegarias públicas de la ministra? ¿Fueron acaso una coartada para culpar a las empresas de los retrasos?

En fin, intragable. A todo esto, recordaremos que Pastor se ha venido negando a dar fechas de la llegada del AVE a Burgos alegando para ello que deseaba pasear pacíficamente por la ciudad del Arlazón sin que la increpasen por haber prometido una fecha que no se cumplió. Sin embargo, en Asturias se comprometió hace unos meses a que 2015 sería el año de la Variante. Es cierto que añadió la coletilla de que sería así si no se producían complicaciones, pero, claro, lo normal es creerse la parte positiva del anuncio, tan esperada, y cofiar en la capacidad resolutoria del ministerio. Evidentemente, nos hemos equivocado de cuajo.

Dante dividió el infierno en nueve circulos destinados sucesivamente al limbo, la lujuria, la gula, la avaricia y la prodigalidad, la ira y la pereza, la herejía, la violencia, el fraude y finalmente, la traición. No le deseamos tormentos a esta buena señora, pero el último círculo es para recapacitar.

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