La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tino Pertierra

Sólo será un minuto

Tino Pertierra

Elogio de los enemigos

Hugo: "Mi padre solía decir que hay que estar agradecido a los enemigos que te vayan saliendo al paso porque te harán mejor persona. Tardé en entender sus razones pero con el tiempo he llegado a comprender lo que quería decir. Y, en líneas generales, no me queda más remedio que darle la razón. Como casi siempre. Yo pensaba, en mi ingenuidad adolescente alimentada por la bondad a veces exasperante de mi madre, de que no hay personas malvadas, sino gente a la que la vida le ha dado malas cartas para jugar y acaban haciendo trampas, primero a sí mismas y luego a quien se interponga en su camino. Mi madre estaba equivocada, pero se fue de este mundo sin cambiar de opinión aunque conoció a suficientes miserables como para darse cuenta de su error. O tal vez lo hizo pero prefirió hacernos creer lo contrario, le gustaba decir que los padres, ante todo, deben dar ejemplo. Que eso es la verdadera educación. Pero yo fui arrimándome más a la teoría de mi padre, aunque mis cartas, sin ser buenas, tampoco han sido malas. Cuidado: a los enemigos no hay que confundirlos con las personas a las que caes mal, un enemigo es alguien que escupiría sobre tu tumba y celebra todas tus desgracias, y que si está en su mano te empujará al pozo con una sonrisa feliz. Pues bien, si estás en la lista negra de uno de esos seres dañinos y habitualmente mediocres, hay que sacar provecho. En primer lugar, teniendo muy claro que hay que hacer siempre lo contrario de lo que ellos hacen. Y nunca entrar al trapo sucio. Si atacan, reírte. Si insultan, bostezar. Si calumnian, compadecerlos. El veneno siempre acaba haciendo efecto contra ellos. En segundo lugar, prestando atención a lo que dicen de ti porque hay cosas ciertas que un amigo nunca se atrevería a decirte y que, en cambio, un enemigo no tiene el menor problema en soltarlo. Es decir: usar al enemigo como una especie de asesor hostil que te anime a reflexionar sobre tu mismo y tus acciones. Para reafirmarte o para corregirte. Y, por último, y lo más importante: los enemigos que dejas atrás te confirman que vas por el buen camino".

Compartir el artículo

stats