El sueño de la razón, decía y pintaba Goya, engendra monstruos. El de la razón políticamente correcta (ese beaterío) engendra tochures. He aquí que los partidos presentes en la Xunta deciden que no hay que resistirse a ninguno de los idola theatri (en términos de Francis Bacon), y que la representación de aquellos en la RTPA debe ser paritaria, sexo por sexo, según esa tontería con que tantas mujeres están en desacuerdo.
Es decir, tu faba blanca, yo faba negra; yo faba negra, tu faba blanca. Y así se hace, 5/5, dos jorobos en términos futbolísticos. Al PSOE, PP y Podemos les tocan en el reparto dos representantes per cápita (suponiendo que la tengan, a lo mejor la parte alícuota es por cuerpo presente). A Ciudadanos e IU, uno.
Y ahora, ¡áteme usted esa mosca por el rabo! Los tres de los dos se arreglan bien, ¿pero y los dos del uno? ¿Tendrán que mandar manfloritos? ¿Serrarán un varón y una hembra por el medio y los pegarán después? ¿Un transexual es válido como un hombre-mujer al tiempo? ¿Echarán a suertes quién es el elegido entre una doble pareja de seleccionados, de distinto sexo por cada partido, de modo que sea el vil metal el que designe quién coloca al de más suerte (no capacidad y mérito), quién a la?
Ya ven como el sueño de la razón engendra tochures.
¿Cómo era aquello que decía Forrest Gump?
