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Cien líneas

Free fabada

No, con la fabada no van a poder. No hay que militar en el anarco capitalismo para ser consciente de que la OMS es una institución digna de todas las sospechas imaginables. Generalizando, todo lo relacionado con los pastores de la salud asusta. Y es que la salud, señores, es mía y me parece una amenaza grave que existan para tal ministerios o tinglados internacionales. Allá los que opten por el servilismo ante el Estado incluso en lo relativo a su salud: las ovejas nunca me dieron lástima. ¿Cabe imaginar una Organización Mundial de la Libertad? Sí, cabe, pero sería un agente del terror.

No digo que la OMS nos envenene pero ¿recuerdan la reciente farsa multimillonaria de la gripe A?

Y qué decir del pescado azul versus blanco y viceversa, de la saga contradictoria de los aceites, de las misteriosas vacas locas... en la medida que el libre mercado avanza se inventan fronteras con la disculpa de la salud o con lo que sea.

No, no podrán con la fabada.

Dicen que las carnes elaboradas -ahumadas, curadas y así- son cancerígenas en un grado superior a otros alimentos. También trabajar a turnos es cancerígeno según los sesudos científicos que anidan en esa derivada de la ONU.

En todo caso, cuando a los sabios del ADN y demás galimatías se les acorrala con preguntas elementales sobre el cáncer salen por la tangente y dicen que se trata de un conjunto de enfermedades distintas, cientos incluso, bajo un solo epígrafe que, claro, es un océano de contradicciones.

Si no saben qué es el cáncer, ya que esa enfermedad tiene mil rostros distintos ¿cómo definen la peligrosidad del compango?

Con mañas estadísticas, supongo. Excuso comentarlo.

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