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Carmen Pérez Novo

El gran sufrimiento de las mujeres

¡Guapas al precio que sea! Eso es lo que piensa un elevado número de mujeres. Y lo llevan a cabo, tras haber pasado por un montón de suplicios. Si tienen dudas al respecto, presten mucha atención a lo que voy a contarles a continuación. Seguir la última moda, ser lo más chic del lugar, estar imponentes y parecer eternamente jóvenes, puede presentar un riesgo para la salud. Sí, sí, no me he equivocado en lo que están leyendo. Permanezcan atentas y atentos. Tacones de vértigo, enormes bolsos llenos hasta rebosar, que acaban con la espalda, sujetadores push up, que aprietan las mamas hasta quedarse sin respiración, lifting facial, blefaroplastia, infiltraciones faciales de vitaminas, engrosamiento de los labios de la cara, botox, liposucciones, mamoplastia, reducción mamaria, laserterapia, mesoterapia, liposucción, lipoescultura, vendajes y cataplasmas, hidroterapia, masajes, radiofrecuencia, ultrasonidos, lipoinfiltraciones y lifting púbico, rejuvenecimiento vaginal, inyecciones de grasa o reconstrucción de los labios vulvares, remodelación del clítoris, himenoplastias...

La verdad es que me he agotado escribiendo todo esto, porque me he dado cuenta, una vez más, de lo sufridoras que somos las mujeres. Y todo, por estar guapas y jóvenes. Señoras y señoritas, ¿les parece que he exagerado en lo que he escrito? ¿O me he quedado corta? Porque aún hay más. No sé si estarán al corriente del caso publicado en el "Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry", donde se hacía referencia a una mujer de treinta y pico años que tuvo que ser ingresada, con intensos edemas en los pies, tras haber pasado varias horas en cuclillas y todo porque vestía unos pantalones vaqueros de licra y muy apretados. Resultado: bloqueo en los nervios del peroneo. ¡Muy fuerte! Y, sin olvidar que los vaqueros muy ajustados pueden causar la odiosa celulitis.

Hace unos meses, la Fundación Española del Corazón advertía de los riesgos de las prendas excesivamente apretadas, advirtiendo que el uso continuado, puede favorecer la aparición de problemas cardíacos; insistían en que la ropa que se ciñe al cuerpo y, especialmente la confeccionada con telas fuertes como los tejanos, dificulta la circulación sanguínea venosa, provocando dificultad en el retorno de la sangre, aumentando, por consiguiente, los edemas y facilitando la aparición de trombos venosos, principalmente, en extremidades inferiores.

Y ahora, tras haber leído esto, ¿les parece que exagero cuando digo que seguir al pie de la letra estas modas y tendencias puede significar un riesgo para la salud?

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