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Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

Día en la historia

Puede que la fecha del viernes 22 de enero de 2016 deba ser inscrita en el libro de la Historia de España como jornada de efectos impredecibles, aunque, claro, estas cosas dependen precisamente de los efectos impredecibles, bien porque se haya generado un desastre o lo contrario. El caso es que Iglesias Turrión se autopropuso ante el Rey como vicepresidente de un Gobierno con Pedro Sánchez al frente y horas después el PSOE continúa noqueado y rechazando lo que denomina un "chantaje". Rebobinemos: el de Podemos dice a gritos que quiere poder, que tiene ambición y decisión, y con ello toma la iniciativa y le saca un par de cuerpos a los socialistas, de modo que si hubiera que repetir las elecciones, Turrión se llevaría la campaña de calle, mientras que el PSOE tendría que explicar su ya crónico bloqueo. Sin embargo, el remate de la jornada fue de restallo al manifestar Rajoy al Rey que rechaza ser candidato a la investidura. El gallego se ahorraría así una derrota segura y televisada, lo cual puede ser terapéutico si junto a sus chamanes demoscópicos ya confía en dicha repetición de las elecciones. Por cierto, hace tres días, el ministro en funciones de Interior, Jorge Fernández Díaz, el piadoso, insinuaba que Rajoy ya tenía un "plan B". Sólo añadiremos que es un plan cojonudo por tratarse propiamente de un no-plan. Ahora bien, como Rajoy no tiene detrás un partido sino una organización corrupta -dos nuevos casos: partido imputado por machacar los ordenadores de Bárcenas, más el choriceo de Acuamed-, puede permitirse decir que da un paso atrás sin que en el PP digan oste ni moste ni le aparten del todo de una buena vez.

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