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Alberto Menéndez

Mejor dejarlo

No hay ninguna sentencia firme. Sí una imputación. El exalcalde de Oviedo Agustín Iglesias Caunedo asegura que es inocente y continúa como concejal y portavoz del Grupo municipal Popular. Al parecer no se ha planteado en ningún momento dimitir. Está en su derecho. Lo que no quiere decir que acierte. Al menos, desde el punto de vista político. La experiencia (y en España, desgraciadamente, hay mucha) evidencia que en casos como éste el afectado no gana nada (o muy poco) aferrándose al cargo y, sin embargo, el partido al que pertenece, en esta ocasión el PP, siempre sale malparado.

Porque quien sospecha de Iglesias Caunedo, quien le imputa los delitos de cohecho continuado y prevaricación en el "caso Pokémon" no es un medio de comunicación, un particular o un partido político, no: es una juez quien lo hace, evidentemente, después de varios meses de investigación. Por supuesto que no hay nada definitivo, pero sí suposiciones más o menos creíbles, que son por las que el exalcalde ovetense declaró ayer en los Juzgados de Lugo. Los indicios están ahí.

Ayer, por fin, la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, reconoció públicamente que hace ya tiempo que le había pedido a Iglesias Caunedo que dimitiera de sus cargos, pero, como se puede comprobar, sin ningún éxito. Extraña que haya tardado tanto en darlo a conocer. Su obligación era reclamarle la renuncia como portavoz en el Ayuntamiento desde el momento mismo en que resultó imputado. ¿Por qué? Pues para, entre otras cosas, evitar situaciones embarazosas al partido como la de ayer. Porque no es lo mismo acudir a los tribunales como imputado ocupando un cargo institucional y orgánico que hacerlo como militante de base o tras haber cumplimentado la baja temporal de la organización.

Tal como está de caliente el clima político español, con los ciudadanos cada vez más hartos de los constantes casos de corrupción que salpican fundamentalmente al PP en todo el país, lo mejor que podría hacer Iglesias Caunedo sería dejar los cargos que ostenta, a la espera de intentar demostrar su inocencia y que lleguen tiempos mejores para reemprender su carrera política, si es que entonces se ve con ganas y con fuerzas suficientes para ello. El PP seguro que se lo agradecería.

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