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Economista y abogado

En la vanguardia o en la cola

Repasando los datos fundamentales de la historia económica de España desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días, me vino a la memoria la famosa frase de Otto Von Bismarck cuando dijo: "Estoy firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a sí mismo y todavía no lo ha conseguido. El día que deje de intentarlo, volverá a ser la vanguardia del mundo". Y fíjense ustedes que "El Canciller de Hierro" murió en 1898, lo que quiere decir que no vivió nuestra Guerra Civil, ni la crisis del 2008. Posiblemente, si hubiera vivido 118 años más hubiera llegado a la conclusión de que no tenemos remedio y que jamás dejaremos de autodestruirnos.

Sé que los datos numéricos resultan difíciles de seguir, pero me van a permitir, queridos lectores, que les dé algunos para que tengan referencias y podamos hacer ciertas comparaciones. Si consideramos el PIB per cápita, es decir, el PIB total de un país dividido por su número de habitantes, España, con unos 23.500 euros, ocupa el puesto 28 entre los más ricos del mundo (quitando los pequeños países del Golfo, los paraísos fiscales y las ciudades/estado) y el 12 de la Unión Europea.

Si nos comparamos, por ejemplo, con un país como Estados Unidos, estamos muy lejos de él, pues en estos momentos tiene un PIB per cápita de unos 51.000 euros, es decir, un 47% más que nosotros. Se podía llegar a la conclusión que es lógico, pues es un país mucho más rico, lo cual es cierto. Pero analizando la historia económica de España de los últimos 165 años saltan a la luz algunas consideraciones muy curiosas y reveladoras:

1- En 1929, la diferencia con Estados Unidos era de un 47,4% menos.

2- En 1950 era de un 75% menos. La etapa de la Guerra Civil, la inmediata posguerra y el aislamiento internacional nos castigó de manera implacable.

3- En 1994, era del 45,5% menos. El prodigioso crecimiento de España entre 1960 y 1974, donde se aumentó un 8% anual acumulativo (el mayor crecimiento de un país occidental desde 1850 hasta el año 2000), permitió recuperar el tiempo perdido como consecuencia de nuestra guerra.

4- En 2009, era del 31,5% menos. El menor diferencial con Estados Unidos de toda la Historia. La etapa democrática con la incorporación de España a la Unión Europea hace que nuestro crecimiento desde 1994 hasta el 2008 sea sostenido.

5- En 2015, era de un 47% menos. La crisis mundial de 2008, agravada en España por la respuesta errónea que dio el Gobierno de Zapatero, hizo que volviéramos a perder muchos puntos respecto a Estados Unidos.

Estudiando todos los datos y los diferentes periodos, se puede llegar a dos conclusiones:

1- Si no hubiera existido la Guerra Civil, y tomando como reseña el crecimiento medio en el periodo 1929-1952: un 0,9% de Europa y un 1,3% de estados Unidos, España sería entre un 30% y un 40% más rica que en la actualidad.

2- Si en vez de perder un 7,4% de PIB durante la crisis de 2008/2014, hubiéramos crecido como Estados Unidos durante esos años (11,4%), hoy seríamos un 19% más ricos.

Quiere esto decir que, si esos dos desdichados periodos no hubiesen existido, estaríamos próximos a esos 51.000 euros per cápita que en la actualidad tienen los norteamericanos.

Hay que ser conscientes que la recurrencia de tasas negativas de crecimiento son muy perjudiciales para un país en el largo plazo. Los españoles no recuperaremos el PIB per cápita que teníamos en 2008 hasta el 2017, en tanto los norteamericanos lo recuperaron en 2010. Por otra parte, y como podemos comprobar a lo largo de la historia económica de España, fueron los cambios institucionales y la entrada en organismos internacionales los que impulsaron nuestra economía en la buena dirección: la del crecimiento sostenido. Así podemos ver los dos grandes cambios experimentados por España en los últimos 60 años:

1- La entrada en el Fondo Monetario Internacional (1958) y en la organización europea de Cooperación Económica (1958) y la implantación del Plan de Estabilización de 1959.

2- La entrada en la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea), en 1986.

Lo que demuestra que los aislamientos son muy perjudiciales en el contesto global en el que se encuentra la economía actual. Para nuestra desdicha, ya verán ustedes lo que tendremos que escuchar contra el Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos y la Unión Europea, el TTIP, por parte de los antisistema y de los populistas, cuando solo a España le puede suponer un incremento del PIB de casi un 0,5%, o lo que es lo mismo 5.500 millones de euros anuales.

En la actualidad, la inmensa mayoría de las personas que vivimos en un país civilizado no dudamos que la principal función de un Gobierno es establecer un marco institucional que proporcione libertad, estabilidad y confianza a los agentes económicos para conseguir un elevado y sostenido crecimiento de la economía y del empleo, con equilibrio presupuestario y dentro de un Estado democrático de derecho.

Visto donde estamos y donde pudiéramos haber estado, nuestra mayor preocupación debería de ser evitar en todo lo posible los decrecimientos de nuestro PIB per cápita, y, por contra, conseguir el máximo crecimiento económico a largo plazo. Del decrecimiento se suelen ocupar las políticas populistas (solo hay que ver los diferentes ejemplos del mundo), del crecimiento económico sostenible se suelen ocupar los gobiernos responsables, que no crean desequilibrios económicos y que facilitan la creación de riqueza.

España está volviendo a crecer y está creando empleo con un notable vigor. Pero queda mucho por hacer. Debemos de seguir volcados en los mercados internacionales mientras nuestras estructuras empresariales se hacen mas innovadoras y competitivas, orientándose a sectores de mayor valor añadido y mejores salarios.

No debemos abandonar la senda del crecimiento emprendida y regresar a nuestro peor pasado. No debemos dejar que nos engañen. Por mucho que digan otra cosa, solo a partir de la creación de riqueza es posible desarrollar políticas redistributivas sostenibles. Es un hecho comprobado a lo largo de la Historia y en todo el mundo que el crecimiento económico ha favorecido más la igualdad que las políticas populistas y los proteccionismos pretendidamente sociales.

Esperemos que el próximo Gobierno sea de los responsables y no tengamos que repetir dentro de unos años la cita de Von Bismarck. Sería incalificable que nos hicieran caer de nuevo en la decadencia.

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