Excelente la carta que Wenceslao López, alcalde de Oviedo, le ha enviado a Pedro Morenés, ministro de Defensa, apremiando la entrega de los terrenos de la Vega. Son de Oviedo, o, mejor dicho, de las Pelayas, pero ya han indicado, en un rasgo de generosidad como no se producía desde la fundación de esta hermosa polis a cargo de Fruela, que los cedían a la ciudad.
Una carta muy oportuna porque así el general Julio Rodríguez, ministro de Defensa dentro de un mes, se la encontrará encima de la mesa del despacho en cuanto tome posesión.
Y es que para el día dos de marzo, festividad de San Jovino -mártir, claro- está previsto el debate de investidura de Pedro Sánchez. A estas alturas creo que todo está ya cerrado. De lo contrario nos esperan dos semanas agónicas y no me refiero solo a los negros barruntos de los servicios de inteligencia.
Concretando. Sospecho que Rajoy ya ha logrado lo único que persigue: un indulto simulado y en diferido que diría Cospedal.
De no ser así, tal y como se las gasta la izquierda española -sobre todo la ferozmente antiespañola- en cuanto salga de la Moncloa se lanzan sobre él a muerte y como hay materia y muy abundante las puede pasar canutas.
Es el único item para completar la jugada. El resto, coser y cantar: el ciudadano Garicano, vicepresidente para la Economía; el podemita Rodríguez, vicepresidente para la Defensa -los espías son materia del ayatola Iglesias- y el socialista Sánchez, obviamente, presidente para los Bilderberg. Solo palpita una incógnita: ¿qué planes tiene el Pentágono para los terrenos de la Vega?
