El ensayo fue perfecto para entender la naturaleza, función y alcance de las ondas gravitacionales. Me refiero, claro, a la comparecencia de Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank -y durante eones pontífice máximo de Cajastur- en la Junta General del Principado.
Los diputados intervenían en una frecuencia y el compareciente, en otra. Menéndez solo respondía a lo relativo a la Fundación Bancaria Cajastur que, por lo visto, es la materia sobre la que pueden interesarse sin más los parlamentarios.
Liberbank está en otra onda o mejor en otras coordenadas del espacio-tiempo que nadie sabe lo que es pero pobre del que no lo diga cada dos por tres.
Gustavo Bueno, siempre hay que acudir a él, no hace mucho ironizaba sobre esa cuarta dimensión. Einstein puso un reloj, comentaba y, zas, el tiempo se convierte en la cuarta dimensión del espacio. Si pone un termómetro, hala, la temperatura es la quinta dimensión.
Algunos diputados aprovecharon para ser hiper agresivos y Menéndez para mostrarse entre templado y ausente. Cada cual en el papel que dicta el guión. Todo el mundo lanzando mensajes a sus clientelas para quedar bien y así hasta el siguiente asalto.
La cita tuvo solo una virtud. Quedó claro, por si aún había dudas, quién es parte del sistema, el PPSOE -y apéndices tipo IU-, y quién es extra sistema: Podemos y Foro.
Liberbank pasó de ser hiper privada, apenas de cuatro -políticos y sindicalistas-, a simple privada, de 40.000 inversores. Eso es todo amiguitos. Y hasta ahí no llegan cierta ondas gravitacionales.
