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Geólogo

Cabos y rías de Asturias

Un vistazo a los espectaculares entornos geográficos costeros

A nadie se le escapa la gran belleza con que está dotada la zona fronteriza entre océano y tierra firme. Un recorrido por la geografía litoral del Principado permite destacar dos tipos de accidentes geomorfológicos: penínsulas que penetran en el mar (cabos) y valles fluviales inundados por la acción marina (rías). Estos espectaculares paisajes naturales tienen tras de sí una larga historia geológica, en cuya génesis tuvo mucho que ver la acción de los agentes erosivos sobre el roquedo en el que se asientan.

Los cabos asturianos más prominentes son, de oeste a este: Busto, Vidio, Peñas y Torres, acompañados de otros de menor entidad a los que, diversas veces, se les asigna la denominación de "puntas". Los principales tienen en común que están conformados por materiales de naturaleza cuarcítica muy resistentes a la erosión -dado su alto contenido en sílice-, con una orientación dominante NE-SO y una estratificación bastante inclinada al haber sufrido ciclópeos esfuerzos tectónicos (orogenia varisca o hercínica). Las rocas integrantes pertenecen, en el ámbito occidental, a lo que se conoce como Serie de los Cabos y en el central a la "Cuarcita Armoricana" (con denominación académica de Formación Barrios, por ser la localidad leonesa de Barrios de Luna la que le da el nombre); ambas litologías -con una edad variable del Cámbrico al Ordovícico- constituyen cantiles con una luminosa coloración blanquecina y de enorme dureza (al golpear la roca con un martillo saltan chispas).

Cabo Busto está situado en el concejo de Valdés, al oriente de Luarca. Sus escarpados acantilados cuarcíticos se alzan unos 70 m. sobre el nivel del mar, con una superficie muy horizontal ("rasa costera"), y se alejan casi dos kilómetros de la línea media costera, encontrándose en la parte más avanzada un faro construido a mediados del siglo XIX. Alberga un notable yacimiento del Paleolítico Inferior.

El cabo Vidio, ubicado cerca de Oviñana (municipio de Cudillero), simboliza un conjunto paisajístico con extraordinarias vistas panorámicas al mar Cantábrico, ya que se pueden avistar Estaca de Bares (La Coruña) y el cabo Peñas. Este promontorio, desarrollado en cuarcitas blanquecinas e intercalaciones pizarrosas de la Serie de los Cabos, despunta 80 m. en vertical del nivel marino.

Cabo Peñas (concejo de Gozón) representa el punto más septentrional de Asturias. La "Cuarcita Armoricana", del Ordovícico, bien estratificada y con buzamiento general hacia el este, forma un abrupto acantilado de hasta 120 m. por encima de la cota media del mar, coronado por una importante baliza para navegantes, el faro de mayor alcance del litoral asturiano. Este vocablo geográfico se suele utilizar, sin embargo, en un sentido más amplio, comprendiendo una vasta zona triangular que abarca desde la península de Nieva hasta cerca de Luanco.

Por último cabo Torres, inserto en el noroeste del término municipal de Gijón, continúa hacia el interior por Campa Torres y Monte Areo, con yacimientos arqueológicos prerromanos y romanos. Configura su sustrato, igualmente, la irreductible "Cuarcita Armoricana", que rebasa hasta 124 m. el nivel marino.

Con un significado contrapuesto a los cabos se encuentran los estuarios, desembocaduras naturales de los cauces fluviales en el mar; si aquellos implican salientes con alta resistencia erosiva, éstos constituyen entrantes tallados aprovechando el mayor carácter deleznable de las rocas del entorno. Las siete principales rías asturianas son las de: Ribadeo (creando el límite de Galicia y Asturias), Navia, San Esteban de Pravia, Avilés, Villaviciosa, Ribadesella y Tinamayor (en el límite de Asturias con Cantabria).

La ría de Ribadeo o del Eo -por desembocar en ella este río- presenta una longitud de unos 10 km. y achura media de 800 m., estando compuesto su basamento geológico por pizarras del Cámbrico. La ría de Navia se instala en las pizarras ordovícicas aflorantes. La de San Esteban de Pravia (entre Muros del Nalón y Soto del Barco), con materiales silíceos y lutíticos, asimismo, de edad cámbrica. La ría de Avilés se emplaza fundamentalmente en litologías arcillosas, fácilmente degradables, del Permotrías, aprovechando el trazado de la Falla de Ventaniella, que en su prolongación septentrional da lugar al cañón de Avilés, un Área Marina Protegida. La ría de Villaviciosa -de excepcional importancia ecológica- está rodeada por materiales más o menos incoherentes del Jurásico. La desembocadura del Sella, que origina la ría de Ribadesella, se desarrolla en terrenos jurásicos bastante erosionables. Para finalizar, la ría de Tinamayor, en el municipio de Ribadedeva cerca de Unquera, se excavó por su parte meridional en rocas cretácicas y hacia el norte presenta un estrecho canal de desagüe tallado en rocas paleozoicas.

El indudable valor de estos espacios naturales exige su máximo respeto y protección, pues representan un patrimonio de inmenso interés. Unos, caso de las rías del Eo o de Villaviciosa, están declarados Reserva Natural, otros son Parajes Naturales, pero todos ellos precisan que los preservemos en el más estricto estado original.

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