Qué bien Jesús G. Maestro, profesor de teoría de la literatura en la Universidad de Vigo, durante su conferencia de anteayer en la Fundación Gustavo Bueno. Entre otras muchas cosas dijo que "las facultades de Letras son un criadero de locos y la poesía lleva a creencias que pueden acabar mal" y es que, entre otras cosas, "la gente menos inteligente se dedica a la interpretación literaria porque los más inteligentes acuden a otras actividades". Por eso esa disciplina ha quedado en manos de "místicos o de la ornitoscopia" ciencia de la adivinación según los vuelos y costumbres de las aves.
Me encanta y eso que es cervantista y, creo, filo cervantino. Dejaré para el próximo 23 de abril una nueva arremetida contra el pícaro escritor que tanto daño ha hecho a España. Y sigue.
La crítica de Maestro, demoledora, enlaza con la que dedicó Platón a quienes ven dientes como perlas y así todo un rosario de metáforas, sinécdoques, metonimias y para metonimias que acaban arruinado el seso. Gustavo Bueno es de ese mismo parecer: la poesía es letal en esta vieja piel de toro. Añadiría, como ya dije, casi tanto como Cervantes.
La Universidad española es un monopolio -las privadas apenas cuentan como contraste porque en la práctica también son públicas- que, como ocurre en Oviedo, cierra por vacaciones para no gastar así que incluso sus rectores consideran que lejos de producir riqueza son un gasto insostenible.
El profesorado es cooptado -¡el postulante elige al tribunal!- y como resultado, estos locos literatos o esos chiflados podemitas. Tremendo.
