Estamos los gijoneses completamente solos en el suelo, esto es, en el solar o solarón del plan de vías, ya que las otras dos partes de esta incierta aventura ferroviaria -Ministerio de Fomento y Principado- acuden de cuando en cuando a la Villa de Jovellanos con dicho asunto, pero se dedican a darse puñadas y azotes. Esto significa que la entidad Gijón al Norte debería estar representada icónicamente por esa pintura negra de Goya titulada "Duelo a garrotazos", en la que dos individuos se atizan a palos sobre un paisaje yermo, que es precisamente el del antiguo solar de las vías, hoy injustamente llamado Tren de la Libertad. En nuestro caso, los que se acaban de atizar una vez más son Julio Gómez-Pomar, alto cargo de Fomento, un fiera, y Belén Fernández, la consejera del Principado, otra fiera a la que todavía no han destituido pese a los numerosos motivos para ello, empezando por su aborrecimiento del plan de vías y estaciones de Gijón, al que le busca cualquier vuelta para hostigarlo. Las últimas sacudidas han sido causadas por un asunto de tramitación que nos importa un bledo y que harían enrojecer a cualquier repúblico con un poco de sentido. Es decir, que Pomar y Fernández llevan desde diciembre peleándose por cierto orden del día o por una información incompleta, y de tal modo que la segunda ha llevado la cosa a los tribunales. Esto último no nos lleva a pensar en la crueldad de la Consejera ni en lo pobrecitos que son los de Fomento, ya que tantos dibujitos e infografías -incluidas las últimas- ya causan hartazgo y ánimo de deposición.
