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Decana del Colegio de Licenciados en Educación Física y en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de Asturias

Todo es empezar

En la celebración del Día Mundial de la Actividad Física

El 6 de abril, Día Mundial de la Actividad Física, es una fecha muy desconocida para la mayoría de las personas, pero en la que todos estamos involucrados.

Dos años atrás escribía sobre este mismo asunto, haciendo un repaso sintético del papel que la actividad física, más o menos organizada, tiene para los individuos y las sociedades. Hablaba de "ejercicio físico", puesto que la actividad física retrocede en sociedades que mejoran sus estándares de vida. Transporte propio o colectivo, ascensores, rampas y escaleras mecánicas, electrodomésticos que solucionan muchas tareas de una casa. Indudablemente, la mejora de estos factores no debe ser despreciada, solamente y en la medida de las características de cada uno puede ser reconsiderada. Porque cada gesto, cada movimiento, cada esfuerzo muscular que dejamos de hacer tiene consecuencias, como hacerlos también las tiene.

Constantemente, los medios de comunicación publicitan empresas o entidades que agitan la bandera del deporte como reclamo. Es una realidad que el deporte, la actividad física organizada más reconocible mundialmente, tiene capacidad de convocatoria. Cada lector y lectora puede hacer su propio análisis del fenómeno deportivo, pero seguramente coincidiremos en que es inimaginable la sociedad actual sin la presencia del deporte, es tan propio de nuestra época como ahora lo son las múltiples propuestas tecnológicas virtuales. Don Gustavo Bueno opinó del mismo en una intervención pública con adjetivos duros que, lejos de marcar una frontera, debe servir para que reflexionemos y llevemos la mirada más allá en algo tan natural como es el moverse.

Pero volviendo al principio ¿qué es la actividad física? Sencillamente la parte de nuestro comportamiento más visible, la que integra toda nuestra humanidad: anatomía, fisiología, sicología y sociología mezclados tan perfecta y espontáneamente que es una marca individual como la huella digital. Nos movemos como somos, y somos materia pero también pensamientos y sentimientos. De esto se deriva que la motricidad infantil no es más que la base de la actitud que debe y conviene ser formada durante la adolescencia, y reformulada con el paso de los años y los inevitables cambios que experimenta una persona.

No es deseable tener que dedicar muchas horas del día a acarrear agua, como sigue ocurriendo en gran parte de las sociedades rurales de países subdesarrollados (tarea resuelta principalmente por mujeres y niñas), pero tampoco lo es que en nuestra sociedad asturiana concentradamente urbana niños y adolescentes ocupen largas horas de tiempo libre en aficiones sedentarias que se suman a las comodidades descritas en el primer párrafo y que finalmente restan de una tasa de actividad física menguada y menguante. El sedentarismo es considerado, mundialmente, el cuarto factor de riesgo de muerte (OMS).

¿Hace falta alguna otra cifra? Por supuesto, todos tenemos que morir, pero se trata de cómo vivir. Activos o sedentarios es una opción individual legítima entre los adultos (aunque cuestionable cuando cercena la salud) pero inaceptable en la infancia y la adolescencia. Y no se trata de que a esa edad los niños y niñas se encaminen a ser campeones, sino de que naturalicen la movilidad autónoma para el cumplimiento de sus deberes o la satisfacción de sus gustos. Si es posible, caminar para ir a la escuela y para ir con la pandilla el fin de semana, porque se trata, también, de que se organice la vida de los niños y adolescentes para que puedan vivir como tales. Parafraseando a Miguelito, el agudo amigo de Mafalda, cuando su madre le riñe por jugar en casa: "... ¿para qué ser niño si no me dejan ejercer...?".

La OMS recomienda que hasta los dieciocho años niños y adolescentes deben realizar sesenta minutos diarios de ejercicio físico moderado a intenso. Y de allí en más, los adultos deberían realizar 150 semanales de actividad física de forma moderada. Cada lectura de estas cifras tendrá interpretaciones personalmente válidas, pero lo fundamental es que hay investigación, publicaciones y expertos cercanos que pueden ayudar a encontrar el cómo, cuánto y cuándo adecuado a cada uno.

La página web de la OMS, en su apartado Programas y Proyectos, incluye la "Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud". Su presentación es sencilla y la lectura muy recomendable.

La actividad física adaptada a las características de cada persona es un reto personal, que tendrá éxito y aportará grandes beneficios si se concede la importancia que tiene al movimiento como conducta integradora. No podemos desprendernos del cuerpo, somos cuerpo. Moverlo y hacerlo adecuadamente es una tarea que implica espacios, tiempos, la voluntad y la libertad de hacerlo. También implica profesionales formados y actualizados cuando la actividad física espontánea se trasmuta en acondicionamiento, animación, enseñanza escolar, iniciación deportiva, entrenamiento, recuperación.

Diversos profesionales médicos publican frecuentemente sobre la necesidad de realizar ejercicio físico, recordando una evidencia conocida desde la antigüedad. Con todo el conocimiento acumulado y el desarrollo material alcanzado, es un contrasentido y una mala noticia no disfrutar del tiempo libre con las múltiples posibilidades que se ofrecen en la actividad física actualmente. ¡Asturias es perfecta para ser conocida a paso de caminante!

Haga su propio "seis de abril" y repítalo, anímese con lo que pueda ahora mismo. La constancia le permitirá subir un peldaño. La satisfacción de poder hacer algo por uno mismo con uno mismo es una vivencia que no debemos abandonar nunca; tal vez es la única que nos queda a todos.

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