Finalmente, la parte sacrificada ha sido la de Izquierda Unida de Asturias, que ocupará el número tres de la lista conjunta con Podemos al Congreso. No obstante, la cosa da todavía para bastantes dimes y diretes, lo cual no es de extrañar con la izquierda tradicional, queremos decir, con la que viene de antiguo, ya que, gracias a ese peso de la historia, abundan en la circunspección, pero se les va el vino en catas. Por ejemplo, no sabemos hasta qué punto IU de Asturias creía de veras que su lugar en dicha lista debía ser el segundo, algo que, al parecer, no contemplaba la formación de Pablo Iglesias Turrión bajo ningún concepto. Otra cosa es que aquí, en la tierra madre, los de IU quisieran mostrar músculo, y gran contundencia, y por ello enviaron legados a Madrid para negociar con los suyos, pero allí pesaba más el conjunto de la "confluencia" nacional en el Unidos Podemos que la beligerancia asturiana y la apelación a que este es el lugar de España que menos sufrió el retroceso de la coalición en las pasadas elecciones de diciembre. Total, que asunto cerrado por la oficialidad. Sin embargo, en Podemos Asturias, Emilio León ha tenido el tacto de prolongar la aparente sumisión de IU al pronunciar un nombre totémico de la izquierda histórica, el de Pasionaria, que en tiempos de la Transición fue diputada nacional al encabezar la lista del Partido Comunista por Asturias. En consecuencia, se ha de buscar una Pasionaria, aconseja León al coordinador de IU, Manuel González Orviz, que es el que va a ocupar ese tercer puesto y tiene el pequeño inconveniente de ser hombre, y no mujer. Por lo pronto, este asunto puede tener su jugo, pero con razón IU puede argumentar que ellos ya han tenido bastante papelón que representar con lo del segundo/tercer puesto como para ponerse ahora a cambiar de sexo (pues no bastaría con cambiar sólo de género, es decir, que Orviz se vistiera de lagarterana o de negro integral y cristiano, como Pasionaria).
