La "John F. Kennedy Presidential Library and Museum" acaba de hacer públicos algunos papeles cubanos de Hemingway que fueron donados por la familia a dicha institución. Uno de ellos describe la receta de su hamburguesa favorita, y lleva por título "Variaciones sobre el tema de la carne picada". He aquí uno de los mejores inventos de Estados Unidos: a sus expresidentes y familia -incluidos los asesinados-, se les entregan cuantiosos recursos para que se dediquen durante la vida restante a montar su archivo, por ejemplo, con los sellos coleccionados en la infancia, con alguna medalla por méritos militares, con los regalos personales recibidos en la Casa Blanca, con los miles de papeles que firmaron durante su mandato, o con las plumas estilográficas utilizadas en esa tarea. Con eso, más recibir el legado de recetas de algún famoso, más las conferencias de precio multimillonario que pueden ir dando por el mundo, un expresidente de EE UU permanece lo suficientemente ocupado como para no incordiar a los políticos sucesivos. En España, en cambio, tenemos muy desocupados a nuestros exmandatarios. Hace unos meses pasó por Gijón Rodríguez Zapatero, en la campaña de las generales de diciembre, y se le notó casi fuera del mundo, haciendo gracias como un boxeador sonado. En cuanto al anterior, Aznar, sigue sacudiéndole a Rajoy en sus ratos libres, lo cual nos preocupa bien poco por la indolencia del segundo. Pero lo malo no es eso, sino que este país los tenga sueltos por ahí, en vez de ocuparlos en su biblioteca y museo.
