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Fernando Monreal

Médico urólogo

Fernando Monreal

Doctor en Medicina y Cirugía

El cólico de riñón: problema veraniego

La llegada del verano es bien recibida por la mayoría de nosotros, pues con él tenemos la firme intención de olvidar los días en los que la luz solar ha brillado por su ausencia, lo que hace que nuestro estado anímico y nuestros niveles de vitamina D en sangre se encuentren por los suelos. Sin embargo, con la etapa estival también vienen las altas temperaturas que nos hacen transpirar por doquier. Y es bien sabido que en los meses de verano se producen más cólicos de riñón debido a que sudamos más y no reponemos suficientemente los líquidos perdidos.

La litiasis renal ("mal de piedra", como la etiquetaba el prestigioso urólogo don Antonio Puigvert) es la tercera patología urológica más frecuente, tras las infecciones y la patología prostática. Solamente en España la prevalencia -número de casos- es del 5%, siendo más frecuente en hombres que en mujeres, con una relación de 1,6/1.

Y entre los factores predisponentes citaré los más frecuentes: a) las altas temperaturas con la consiguiente sudoración; b) baja ingesta hídrica (se aconseja un mínimo de 1,5 litros al día); c) dietas pobres en calcio, pues este mineral actúa a nivel intestinal uniéndose al oxalato (la composición más frecuente de las litiasis es de oxalato cálcico) e impidiendo su absorción; d) aumento de ingesta de proteínas animales (dietas hiperproteicas); e) dietas ricas en sal (cuidado con los alimentos procesados), pues contribuyen a la hipercalciuria -exceso de calcio en la orina-; f) dietas ricas en oxalato; g) antecedentes familiares (multiplican por tres el riesgo de padecer litiasis renal); h) hipercalcemia -exceso de calcio en sangre-; i) hipertiroidismo; j) gota (multiplica por dos el riesgo de piedras en los riñones, tanto de ácido úrico como de oxalato cálcico).

Y cuando una piedra que se encuentra alojada en el riñón sale del mismo y comienza a desplazarse a través del uréter, puede causar obstrucción a la salida de orina, por lo que dilata la vía urinaria ureteral y renal ocasionando el dolor intenso y agudo que conocemos como cólico nefrítico.

Como digo, el síntoma principal del cólico de riñón es el dolor, que suele ser de tipo cólico (generalmente dura entre 20 y 60 minutos), de inicio súbito, muy intenso y que no mejora con el reposo. Se localiza en la fosa lumbar (donde todos nos tocamos refiriéndonos a la situación del riñón), y se irradia hacia delante y abajo siguiendo el trayecto ureteral hasta la vejiga, genitales externos, e, incluso, la cara interna del muslo.

La irradiación del dolor orienta sobre la localización del cálculo, de tal manera que: 1) si la piedra está alojada en el tercio superior del uréter, el dolor tiende a irradiarse al testículo en el hombre y labios mayores en la mujer; 2) si se encuentra en su tercio medio, el dolor puede confundir con una apendicitis o una diverticulitis; 3) si está en tercio inferior del uréter, puede dar escozor al orinar, aumento de la frecuencia miccional, ardor a nivel de la uretra?

Afortunadamente, cerca del 75% de las piedras serán eliminadas de forma espontánea (y esto depende, en gran medida, de su tamaño).

Pero, para prevenir su recurrencia habrá que aumentar la ingesta de líquidos (sabemos que disminuye su incidencia hasta en un 60%), disminuir el consumo de proteínas animales, y controlar la ingesta de refrescos (por la alta cantidad de ácido fosfórico).

¡Buen verano, querido lector!

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