El presidente del Principado, el socialista Javier Fernández, debería dejar de barajar, al menos por una temporada, la posibilidad de algún tipo de acuerdo con Podemos. No lo va a haber por ahora: primero, porque los dirigentes asturianos del partido morado no lo quieren; y segundo, porque el propio líder regional del PSOE ni cree en él ni tampoco le importa. Que un pacto de izquierdas en Asturias es en las actuales circunstancias prácticamente imposible lo saben no sólo Javier Fernández y el podemista Daniel Ripa, sino también el portavoz de IU y su máximo impulsor, Gaspar Llamazares.
A lo largo del último año ha habido innumerables oportunidades para que PSOE, IU y Podemos se hubiesen puesto de acuerdo para facilitar la gobernabilidad de la comunidad autónoma. Los dos primeros partidos sí lo hicieron, no así el tercero, que desde el mismo día de las elecciones autonómicas y municipales mantuvo una actitud muy crítica hacia los socialistas; que ha ido a más, sobre todo en lo que se refiere al secretario general de la FSA y presidente del Gobierno regional, Javier Fernández. También es cierto que éste (sobre todo tras dar Podemos la Alcaldía de Gijón al partido de Francisco Álvarez-Cascos) mostró siempre una actitud muy beligerante con la formación que lidera Pablo Iglesias, disposición que, lógicamente, ayudo poco, o más bien nada, a facilitar el entendimiento entre ambas organizaciones.
Si Javier Fernández tenía alguna duda (que seguro que no) sobre la nula receptividad de Podemos a la llamada a la concordia lanzada una vez más por el PSOE (con la boca pequeña, como por obligación, es cierto), sólo tiene que leer las declaraciones realizadas a este periódico por el portavoz del partido morado en la Junta General, Emilio León, para disiparla. León no se ve "identificado" con la "etiqueta" de mayoría de izquierdas que plantean PSOE e IU y, además, considera que la "soberbia institucional" y el "negacionismo" del Gobierno autonómico impiden el acercamiento.
