Desde hace años se sabe que el sobrepeso y la obesidad conllevan un mayor riesgo de contraer diferentes tipos de cáncer, entre ellos el de mama. ¿Cómo deriva la obesidad en un cáncer de mama? Se ha especulado sobre diferentes factores como cambios hormonales o inflamaciones asociadas, pero sin pruebas concluyentes.
Nuevos estudios permiten argumentar que la obesidad aumenta la rigidez de los tejidos adiposos mamarios, lo que crea un microambiente que estimula el crecimiento del tumor. La buena noticia es la reversibilidad de este proceso. La pérdida de peso puede revertir la rigidez del tejido y dificultar la reaparición del cáncer. Los resultados ponen de manifiesto la importancia de un peso saludable en mujeres diagnosticadas con cáncer de mama.