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Alberto Menéndez

Y ahora, Cataluña

Tras el debate sobre el estado de la región de esta semana el presidente del Principado y de la gestora del PSOE, Javier Fernández, retoma el lunes su actividad nacional. De nuevo en la agenda de político asturiano un problema de muy compleja solución: las relaciones con el Partido Socialista de Cataluña (PSC). Su secretario general, Miguel Iceta, uno de los mayores defensores del exlíder del partido, Pedro Sánchez, viajará a Madrid para intentar limar asperezas con Fernández después de que los siete diputados de la organización catalana no respetasen el acuerdo del comité federal socialista de abstenerse en la investidura como presidente del popular Mariano Rajoy.

Un nuevo reto, y ya van unos cuantos, para el ahora máximo responsable del PSOE, quien hasta el momento ha logrado ir superando un desafío tras otro, y sin haber sufrido un desgaste excesivo. Javier Fernández, aun siendo el presidente de la comisión gestora del partido, no está siendo el centro, ni mucho menos, de las críticas de los sectores de la organización partidarios del anterior secretario general o, en todo caso, contrarios a facilitar la llegada del PP al Gobierno

Javier Fernández ha evitado las estridencias, aunque todos los objetivos que se había marcado la gestora los ha conseguido sacar adelante. El líder de los socialistas asturianos es un político muy experimentado, que tuvo que vérselas con una muy profunda crisis del partido en la región, unos graves problemas que logró encauzar y, además, sin damnificados.

Por eso no parece probable que tras la reunión del lunes entre Fernández e Iceta (y a pesar de las tensas relaciones entre las cúpulas dirigentes del PSOE y el PSC) se anuncien medidas drásticas contra los socialistas catalanes. No es propio del político asturiano, a quien le gusta dar tiempo a la reflexión antes de tomar una decisión, y más si es de tanto calado como en esta ocasión. Otra cosa es que Fernández esté en desacuerdo con Iceta y el PSC, que lo está, y mucho.

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