Noelia: "Hace muchos años leí un relato de no sé quién que se titulaba no sé cómo. Ignoro si era bueno, malo o regular, pero nunca he podido olvidar el desasosiego que me produjo, siendo yo como era una adolescente con tendencia a tomármelo todo a la tremenda, de lágrima fácil ante cualquier contratiempo y que para intentar curarme en salud solía imaginarme los horrores antes de que llegaran para intentar vacunarme. ¡La de veces que maté con la imaginación a mis padres y hermanos tratando de buscar un antídoto a las penas antes de que llegara la enfermedad!
Y ahí los tienes a todos, fuertes como robles sin saber que durante años les hacía protagonizar amargos finales con los que acostumbrarme a un dolor que nunca llegó.
Pero estaba hablando de ese cuento. Era la historia de un hombre que entraba en una feria fantasmagórica. Una de las casetas permitía a los que entraban ver su futuro a través de una mirilla. Acercaban un ojo y sabían lo que les iba a ocurrir a partir de entonces. Al lado de la macabra caseta había otra: 'Se alquilan pistolas cargadas. Munición real'. La mayor parte de los que salían de la primera entraban en la segunda después y nunca más la abandonaban. A veces me pregunto si yo haría lo mismo. Ahora que está de moda la palabreja spoiler para describir lo que siempre fue un 'no me destripes el final de la peli', me pregunto cómo reaccionaría la mayor parte de la gente si alguien hiciera lo mismo con su vida. Es decir, cómo me comportaría si supiera de antemano lo que sucederá, más allá del inevitable punto final que nos espera a todos. ¿Cambiaría muchas cosas? ¿Corregiría errores? ¿Daría marcha atrás o aceleraría? Es tentador pensar que el conocimiento del futuro nos ayudaría a modificar rumbos, establecer prioridades y abandonar malas costumbres, pero al igual que las películas no cambian de argumento aunque el espectador lo conozca, sospecho, y temo, que salvo pequeñas alteraciones sin importancia todo seguiría igual y el presente no tendría el coraje y la inteligencia que se necesitan para reescribir el futuro de forma que no nos aterrorice esperarlo".
