La Fiscalía pide cinco años de cárcel para el exlíder del SOMA y antiguo dirigente del PSOE José Ángel Fernández Villa por, supuestamente, quedarse con dinero del sindicato minero, en concreto con 434.158 euros. Que no está nada mal. Pero es que éste no es el escándalo más llamativo en el que está inmerso el que fuera, durante bastantes años, el gran muñidor de la vida política y sindical asturiana. No, el nombre de Fernández Villa está ligado a la corrupción, sobre todo, por, presuntamente, haber ocultado 1,4 millones de euros a Hacienda, dinero que afloró cuando el exsecretario del SOMA se acogió a la amnistía fiscal promovida en 2012 por el Gobierno de Rajoy.
Que la Fiscalía Anticorrupción investiga a Fernández Villa se sabe desde el mes de octubre de 2014. Es decir, desde hace dos años y medio. Pero el proceso judicial no ha avanzado, sigue ahí, en las indagaciones que desde entonces está llevando a cabo la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, cuyos agentes han estado en la región en varias ocasiones recabando información sobre la posible procedencia de la fortuna de Villa.
Mientras tanto la que sí ha ido evolucionando ha sido la denuncia presentada por el Sindicato de los Obreros Mineros de Asturias (SOMA-UGT) contra su líder desde los ya lejanos tiempos de la Transición (y que se prolongó hasta abril de 2013), iniciativa que tomó la dirección del sindicato, precisamente tras tener conocimiento de lo que estaba haciendo la Fiscalía Anticorrupción.
Por el "caso SOMA" habrá juicio oral, que se prevé que sea el próximo año. Pero se supone que antes se mueva también el "caso de la fortuna oculta de 1,4 millones de euros". Porque la Fiscalía Anticorrupción si de algo no duda es de que este dinero no proviene de ninguna herencia, como argumentó el histórico líder sindical. Vamos, que Fernández Villa lo tiene claro: los tribunales, los jueces, los fiscales, los abogados han entrado en su vida. Y para quedarse. Con "síndrome confusional" agudo o sin él, el hasta no hace mucho "todopoderoso" Villa deberá responder ante la Justicia. ¿Concretará algo? Será difícil. Quienes le conocen dicen que nunca lo hizo, y ponen como ejemplo sus largas intervenciones públicas, de tipo castrista, que más que aclarar nada siempre confundían.
