La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Jabalíes en pie de guerra

Sobre el suceso espeluznante de la piara de suidos que atacó a un grupo yihadista

En Asturias, al jabalí hay que comerlo. Ya lo dijo días atrás Mercedes Fernández, en deliciosa expresión, a la par que cándida, cuando fue preguntada por la proliferación alarmante en Gijón de suidos de vocación urbanita. La recomendación gastronómica de la lideresa regional del PP no figura en la dieta ni hace migas con los preceptos de aquellas religiones cuyos fieles tienen prohibido el consumo de carne de cerdo, sea doméstico o salvaje. Así ocurre que si a un grupo de partisanos yihadistas le da por invadir un territorio de jabatos y molestar a rayones y veteranos de colmillo retorcido lo normal es que pase lo que cuentan que ocurrió esta semana en territorio de la antigua Mesopotamia donde se combate por Alá: que la piara partisana deje a los guerrilleros como un "ecce homo", hechos un cristo.

La noticia se ha hecho viral, que es como los gurús de la cosa digital han bautizado a aquellos chascarrillos en texto o vídeo que hacen carrera en internet, en expresión no reconocida aún por el diccionario de la Real Academia Española, donde viral significa "perteneciente o relativo a los virus" (si es que no debe considerarse un agente patógeno de incalculable maldad que ataca el cerebro y las meninges el gusto creciente por el consumo visual de gilipolleces).

Puede que los jabalíes de Irak fueran entrenados por la CIA, nuevas armas de destrucción masiva o con IVA incluido en el impuesto revolucionario y petrolífero que alimenta al terror, pero ahora se explica que los aviones A-10 "Thunderbolt" estadounidenses que atacan posiciones yihadistas sean llamados por sus pilotos "jabalíes verrugosos".

Compartir el artículo

stats