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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Los vecinos se sublevan

Debería la alcaldesa de Gijón no dejar caer en saco roto la reclamación de los dirigentes vecinales que el miércoles, en número de una treintena, se le subieron a las barbas en dependencias municipales, en demanda de mayor participación. Los había de todas las edades, demarcación territorial e inclinación ideológica pero, todos a una, posando para una foto histórica, quisieron ponerle las peras al cuarto al equipo municipal de gobierno. Si Moriyón pensaba que el movimiento asociativo estaba calmo, quieto y adormecido, se equivocó: vivito, coleando y con ganas de dar guerra.

Lo que los vecinos reclaman es bien sencillo: ni la luna de Valencia ni los anillos de Saturno. Piden una participación más efectiva y eficiente en los consejos de distrito, que languidecen, a juicio de las asociaciones vecinales, pese a que su presencia en esos órganos fue una histórica conquista de las entidades vecinales, en tiempos mejores.

La autoridad municipal debería leerse el prospecto de lo que supone la medicina de la participación para el estado de salud del tejido asociativo gijonés, seguramente ya no tan belicoso como antaño pero igual de comprometido en la defensa de los intereses de lo que les es territorialmente más cercano: sus barrios. Puede que los políticos piensen que participar en la cosa pública desde el punto de vista ciudadano debe limitarse a depositar un voto en la urna una vez cada cuatro años. Ocurre que la ciudadanía -o al menos sus cuadros más activos y comprometidos, como los que ayer se plantaron en el Ayuntamiento con cara de pocos amigos- insiste en la necesidad de subir más escalones, y no quedarse quieta aplaudiendo en el descansillo.

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