La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Curso político

Finalizada la Semana Grande, la ciudad se empequeñece y la vida municipal trata de recuperar su ritmo cansino, tras unas semanas al trantrán festivo, sin mayor convulsión que la polémica mediática y transfronteriza por el tamaño trasero de los bañadores de las socorristas. Cumplido el ecuador del mandato, el Ayuntamiento de Gijón entra en la segunda mitad del cuatrienio, cuyo pulso político estará marcado sin duda por la aprobación del Plan General de Ordenación, tras dos anulaciones precedentes en los tribunales que obligarán al equipo de gobierno a hilar muy fino si no quiere verse en un vergonzante no hay dos sin tres que convertiría a esta ciudad en el hazmerreír regional.

Lo que pase en los dos próximos años en la Casa Consistorial vendrá marcado en gran medida por lo que suceda en el congreso de la Federación Socialista Asturiana, el próximo otoño. Si hay cambio de caras y de estrategia podrían darse situaciones variables en distintos escenarios, sin descartarlo ni a nivel local ni regional.

Se avecina un curso político interesante, en Asturias y en Gijón. A nivel local, el equipo de gobierno tratará de sacar adelante su propuesta urbanística con el máximo consenso posible, lo que le obligará a practicar frecuentes ejercicios de funambulismo. Tan importante como que el PGO meta a Gijón ya de lleno, urbanísticamente hablando, en el siglo XXI de la mano del acuerdo y la negociación, es que el documento sea impecable, desde el punto de vista procedimental y administrativo. Tanto como que sea un buen plan hace falta que esté bien hecho, para que nadie lo tumbe a las primeras de cambio y volvamos por tercera vez seguida al ridículo.

Compartir el artículo

stats