Los coches autónomos o autoconducidos ya circulan por California desde hace varios meses. Según los analistas, su presencia masiva en las calles está a la vuelta de la esquina. Con ellos se redefinirá el concepto de movilidad: ya no existirán conductores sino que todos los que viajen en su interior serán simples pasajeros. Según un estudio reciente, los americanos gastan al volante unas trescientas horas al año. En Europa la situación es similar. Una vez liberados de las tareas de conducción, los usuarios podrían invertir ese tiempo de desplazamiento en otras tareas. Las empresas automovilísticas trabajan en el rediseño del interior del automóvil, que podría convertirse en una oficina portátil, un lugar de descanso o un cómodo salón de té, entre otros posibles usos.
