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Las avispas y los avisperos

La importancia de detener las plagas que nos empobrecen

Hace unos días un amigo me decía, todo preocupado, que esto se estaba convirtiendo en una "avispero" y lo malo es que las avispas no son nativas, son asiáticas, mucho más agresivas. Pero esto coincidía con la válida expresión de "avispero" en el ambiente político. Desde hace varios meses en los distintos "nidos" de siglas políticas, andan los ánimos muy exaltados y yo ya empiezo a sospechar que en ellos se han introducido algunas de estas peligrosas avispas asiáticas.

Sería triste que se acabase con esa maravillosa obra de arte que conforma el panel de las perfectas celdas de una colmena, en donde las laboriosas abejas van depositando el producto de su labor tras una profunda limpieza. Apenas mi amigo me contó la historia, cuando me llaman del pueblo donde habían localizado un nido de avispas asiáticas o africanas, o sea que no eran del país, y estaban situadas en un alero, y temiendo la existencia de algunos más con lo cual la población se empezaba a preocupar porque el potencial de estas avispas amenaza a las abejas autóctonas, trabajadoras infatigables que liban la flora de la comarca entre brezos, xiniestas, castaños, manzanos y otros frutales, para ofrecernos uno de nuestros grandes manjares y despensa de riqueza; pero corremos el riesgo de perder esta joya de la naturaleza, porque las invasoras, que no pegan golpe, vienen a alimentarse del ahorro de las autóctonas, más o menos como los zánganos lo que significa que podemos perder la miel que endulza nuestras vidas.

En poco tiempo el nido de avispas asiáticas descubierto en Navelgas ha crecido de forma desaforada y todo ello frente a la pasividad de la municipalidad y del Principado. A mi me han llegado noticias que hace años estos nidos de avispas se empezaron a desarrollar en Cataluña y en las Vascongadas, creándose unos peligrosos "avisperos" que fueron destruyendo el tejido nacional con el beneplácito de unos gobiernos que miraban para otro lado sin ni siquiera hacer el menor ademán de fumigación.

Apena ver como una hermosa estructura europea con paneles estructurados con perfección geométrica, sin fronteras y con una floración única, como el euro, para mejorar la esencia del producto se podían, ahora, ver abocados a una situación caótica que nos haga retroceder en la organización y en el tiempo.

Los nidos de avispas hay que tratarlos con mucho cuidado y cuando se quiten, procurar no dejar el menor resquicio. Estas avispas, de considerable tamaño y agresividad tienen el abdomen cubierto con unas rayas amarillas y negras de color intenso, también pueden verse de amarillo y rojo con una especie de pequeña estrella hacia el bajo vientre e incluso con unas rayas cruzadas, similar a la cruz de San Jorge. Hace años ya se hablaba de una invasión de "zánganos", mantenidos, que se introducían en los tejidos laborales de las colmenas, destruyendo la dinámica de las obreras (ya se perfilaba el sexismo).

No se debería bajar la guardia frente a las plagas; nuestra dejadez y abandono hace que nuestra naturaleza se empobrezca y vaya enfermando y, si la tierra enferma, también los árboles las aguas y los animales, por ello las patatas están siendo atacadas por las polillas, las aguas por las algas, las plantas y árboles por parásitos que viven de su savia y nuestra sociedad, convertida en un auténtico avispero, corre el riesgo de ser invadida por los zánganos y las garrapatas que terminan chupándonos la sangre con gran riesgo para nuestra salud.

Espero que todos estos organismos oficiales, responsables de la gestión y administración de la sociedad se pongan las pilas y actúen con eficacia para acabar con los nidos de avispas y en general con todo tipo de "avispero", antes que las avispas y los parásitos sequen nuestro fluido vital, que dicho sea de paso ya anda bastante deteriorado.

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