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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Salvador Moreno y Rajoy

Suele ocurrir que cuando Mariano Rajoy abre la boca suba el pan, de ahí su gusto en limitar sus intervenciones a una imagen de plasma. La última rajada del presidente del Gobierno tiene que ver con el cambio del nombre de la calle en que vivió "muchos años", según sus propias palabras, en la localidad pontevedresa de Marín, próxima a la Escuela Naval. La rúa en cuestión llevaba el nombre del militar sublevado Salvador Moreno, que por acuerdo plenario municipal de 2002 pasó a denominarse Rosalía de Castro. Pero Rajoy dijo que él la seguía llamando igual, al franquista modo, y el precio de la barra volvió a subir.

En Gijón también hubo una calle Salvador Moreno, y también pasó del nomenclátor a mejor vida. Los que mandaban hace unos años en esta ciudad cambiaron la placa en cuestión por la de Avelino González Mallada, anarquista, masón y alcalde gijonés entre 1936 y 1937. Se pasó de un extremo al otro, como suele ocurrir en estos casos de la memoria histórica. Y a saber qué pasará cuando vuelvan los otros a gobernar.

Era obvio que el Gijón de izquierdas no le iba a guardar excesivo aprecio al militar -y exministro de la Marina con Franco- que la emprendió a cañonazos con esta ciudad desde el crucero "Almirante Cervera" en el 36. Y del que tampoco se tiene buen recuerdo en Andalucía, pues comandó después el acorazado "Canarias", desde el que bombardeó a la población civil que huía de Málaga a Granada (la conocida "desbandá"), provocando más de tres mil muertes.

La historia se escribe a veces con letras de sangre y Rajoy debería saberlo, que no es de justicia desenterrar muertos que están muy bien donde están.

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