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Sol y sombra

El Día de la Marmota

La política española que permanece atrapada en el tiempo

El famoso Día de la Marmota, como si se tratara de la secuencia repetida de la comedia de Harold Ramis que contribuyó a popularizarlo, ha acabado por imitarse gracias a la contumacia en general. Nuevo año, nuevo vídeo emitido por las televisiones y los medios digitales del festejo que se celebra en la pequeña localidad de Pennsylvania. "Phil", la marmota, repitió de nuevo en Punxsutawney, como Puigdemont que ha estado los últimos meses de nuestras vidas repitiéndose. Y los demás, en honor a la verdad, repitiéndonos con él, hasta llegar a Waterloo. ¿Acaba con Pugi el fervor indepe? No. Lamentablemente seguirá con sus picos arriba y abajo como ha ocurrido a lo largo de la historia de España del pasado siglo y de este. La secuencia se irá repitiendo igual que sucede en la película de Ramis, cíclicamente y de manera irritante.

El Día de la Marmota ha tenido este año una especial significación por culpa del "ciclón bomba" y del frío glacial desatado en Estados Unidos. Pero no hay forma de enterarse por "Phil" de nada relacionado con la metereología, simplemente es un reclamo comercial. Bill Murray, el protagonista de la famosa película, era una metáfora de la marmota, que es realmente la que vive atrapada en la hibernación. De igual modo que Junqueras permanece encerrado por el procés y Puigdemont, a su manera, cayó en la redes de su propia estrategia y recibe consejos de quienes quieren perderlo de vista de que se quede en Bélgica y no vuelva, para evitar la prisión.

En Flandes, o en Waterloo, ha empezado, el expresident a vivir su Día de la Marmota. El independentismo, también, entrará y saldrá de la madriguera como ocurre "Phil". Es la tradición, hay que resignarse.

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