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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Todos nazarenos

En Semana Santa, la procesión sólo va por dentro si llueve, que a veces la meteorología obliga a celebrar calvarios y vía crucis en la espesura de los templos. Ocurre que el mal tiempo afecta tanto a las manifestaciones multitudinarias de la fe como a las propuestas del disfrute vacacional. Si llevas desde las Navidades aguardando esta semana de asueto y te caen chuzos de punta en vísperas del Jueves Santo, lo normal es que se te quede cara de tonto de capirote y acabes flagelándote, con gesto retorcido de talla de Salzillo y voz ronca y compungida de saeta.

Como si no fuera suficiente lanzada haber hecho procesión forzosa en el coche con otros varios de miles de nazarenos en busca de la playa, jurando en cada atasco en arameo, haciéndose de cruces para encontrar mesa en un restaurante, apretándose el cíngulo con la factura de la comanda.

Uno mira al cielo y al descifrar el escrutinio de las nubes prefiere quedarse en casa y poner la tele. En un programa de españoles por el mundo, un emigrado a una ciudad sueca esquía en un túnel con el suelo lleno de nieve y asegura que se trata de un recurso turístico muy recurrido en invierno, el esquí "in door". Ahora que el administrador ferroviario Adif va a desecar el túnel del metrotrén, qué oportunidad perdida por Divertia esta Semana Santa de haber vendido en su paquete turístico una representación de "El lago de los cisnes" en ese estanque a cubierto, repoblado con patos de Isabel la Católica; o haber aligerado la bolsa de empleo municipal con contrato semanal de gondolero, ofreciendo a los turistas románticos paseos en barca bajo el subsuelo, ¡o sole mio!

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