Barru (Llanes), B. MORÁN

Un grupo de campistas de Llanes anda de uñas contra el Gobierno del Principado y su intención de reducir drásticamente el número de «mobilhomes» (casas móviles) en los campings de la región. Una normativa del Principado que entró en vigor en marzo de 2008 establece que en el año 2012 en los campings de Asturias las casas móviles no podrán ocupar más del 30 por ciento de las plazas. En la actualidad hay campings en Llanes con el 85 por ciento de sus plazas ocupadas por «mobilhomes».

El camping de Sorraos, situado en la localidad llanisca de Barru, fue ayer testigo de la preocupación de los propietarios de «mobilhomes». Varios miembros de las asociaciones de campistas de Poo, Celoriu y Barru se reunieron en ese establecimiento para poner sobre la mesa posibles acciones y su preocupación ante la ley regional. El sentir entre los presentes fue unánime: total y absoluto rechazo a lo que plantea el reglamento regional.

Hay varios motivos. El primero es que no se ha contado en ningún momento con ellos, que son los principales afectados por la norma. En segundo lugar, Asturias es la provincia en la que más se limita el número de casas móviles. Una limitación «excesiva», según los campistas, ya que en el resto de las comunidades autónomas el tope por camping de «mobilhomes» es del 50 por ciento. Los campistas se sienten «ignorados y despreciados» ya que «nadie ha tenido en cuenta qué vamos a hacer con nuestras "mobilhomes" si nos quedamos sin plaza. ¿Las quemamos?», cuestionaba con preocupación uno de los afectados.

Los campistas destacaban que la mayoría de ellos se compró una casa móvil «con mucho esfuerzo», ya que cuestan entre 20.000 y 30.000 euros. Ahora ven con incertidumbre el futuro de esta inversión. En el camping de Sorraos las «mobilhomes» ocupan en la actualidad el 85 por ciento de las plazas, y los afectados se preguntan qué pasará con ese 55 por ciento que deberá abandonar la instalación. «¿Quién deberá renunciar a la parcela y quién no?», es otra pregunta que los campistas lanzaron a la Administración. Para defender sus intereses ante este «atropello» los colectivos de campistas pedirán una reunión en octubre con responsables de Turismo del Principado,

Los afectados esperan contar con el apoyo de todos los campistas y la unión sin fisuras de este colectivo, que se siente agraviado por la Administración regional.