Ribadesella, Bárbara MORÁN

Atajar el déficit de aparcamientos en la villa riosellana y crear un nuevo atractivo para los vecinos son los dos objetivos que la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento, liderada por Francisco Vázquez, persigue lograr con un proyecto para la margen izquierda del río Sella que incluye la construcción de una pasarela de madera.

La senda fluvial iría desde el hórreo que preside el final del puente sobre el Sella hasta la zona de la Mediana, un recorrido de aproximadamente dos kilómetros y que discurriría de forma paralela a la calzada, pero por encima del río.

Vázquez avanzó ayer que su diseño será «ecológico y acorde con el entorno» y defendió esta iniciativa argumentando que, además de convertirse en «un futuro recurso con gran atractivo para vecinos y visitantes», se trata de una iniciativa que «revalorizaría esta margen del río Sella», destacó el concejal.

Además de ofrecer un nuevo espacio de esparcimiento para los riosellanos y turistas, el proyecto trae de la mano un objetivo muy ansiado: lograr más plazas de aparcamiento. Una carencia de sobra conocida tanto por vecinos como por los visitantes asiduos.

« Lograr nuevas zonas para habilitar como aparcamientos es un reto para los que gobernamos este concejo, ya que sin duda es una de nuestras carencias más evidentes», destaca Vázquez, que explica que «hemos pensado que al crear la senda la acera que actualmente comunica esta zona puede eliminarse y aprovecharse ese espacio para plazas de aparcamiento». Es decir, que el espacio de la acera que discurre paralela a la carretera va a ser convertida en estacionamientos en batería.

El arquitecto municipal trabaja estos días en el diseño de esta futura senda fluvial y en unas semanas el Ayuntamiento remitirá su proyecto a la Demarcación de Costas con el objetivo de que pueda ejecutarse en un futuro próximo. La senda no sólo será un recurso para acercar a los vecinos equipamientos de referencia de la villa como el polideportivo municipal y la cueva de Tito Bustillo, sino que dispondrá de tres miradores para observar las aves que habitan en las marismas del Sella y mobiliario urbano necesario, como papeleras y algún banco. Si Costas accede será un paseo natural con vistas privilegiadas.