Ribadesella, María TORAÑO

«¿Qué tenemos que pedir siempre que realizamos una compra en cualquier tienda?», pregunta el responsable del Centro de Formación para el Consumo (CFC) de Ribadesella, Juan Lampre. «El ticket de compra», contesta rápidamente uno de los ocho adultos con discapacidad pertenecientes al Centro de Apoyo a la Integración (CAI) Don Orione de Arriondas. Lo que Lampre les explica a continuación es que aunque la compra se realice a través de internet, deben asegurarse siempre de imprimir la factura y guardarla para cualquier devolución, reclamación o arreglo.

Este es uno de los puntos importantes de la jornada de formación que se impartió ayer en el CFC riosellano con los miembros del Don Orione por la mañana y con personas mayores de la Asociación «Virgen de Guía» por la tarde. Las clases se centraron en la presentación de un simulador de compra por internet, desarrollado por la Agencia de Consumo, y que permite adentrarse en el ámbito del comercio electrónico mediante una gran variedad de ejercicios y adquirir diversas estrategias para realizar una compra más segura en la red.

Para ello es básico comprobar que el portal sea fiable, lo que viene dado si tiene un teléfono de atención disponible para los clientes. «También es importantísimo verificar cuánto nos cobrarán de gastos de envío antes de formalizar la compra para no llevarnos ninguna sorpresa», explicó Lampre, quien añadió que los portales de venta están obligados a dar esa información a sus compradores.

En el simulador están recreados todos los pasos necesarios para completar una compra cibernética. El usuario debe registrarse y habilitar una contraseña; tiene un carrito de la compra virtual en el que puede revisar los productos que ha añadido, cambiarlos o confirmarlos, y además ofrece todas las modalidades de pago existentes, desde las tarjetas de crédito, la transferencia bancaria o el envío contra reembolso. El ordenador también genera incidencias y, por ejemplo, avisa de que alguna compra ha llegado defectuosa y explica los pasos a dar para generar una reclamación.

La actividad pretende dar a conocer los derechos de los consumidores y alertar ante posibles fraudes para garantizar la plena seguridad y unos óptimos resultados en las compras efectuadas a través de internet. El responsable del CFC anunció que próximamente se ampliará la oferta de esta actividad a otros grupos de jóvenes y adultos ya que la demanda de este tipo de cursos es cada día mayor. La formación se inició ayer por ser el Día Mundial de los Derechos del Consumidor y la acción se repitió en toda la Red de Centros de Formación del Consumo del Principado.