Covadonga (Cangas de Onís), Alba SÁNCHEZ R.

La Virgen de Covadonga, ataviada con uno de sus mantones blancos, estuvo acompañada ayer por unas mil personas, llegadas de todos los rincones de Asturias, durante el primer día de su novena, que este año lleva por título «Salió con prisa a la montaña».

Más de una treintena de parroquias de toda la región quisieron, como manda la tradición, acompañar una vez más a la Santina en el primero de los nueve días en que los peregrinos y devotos demuestran su más profunda admiración a la Virgen asturiana. La basílica del Real Sitio se quedó pequeña para albergar a los peregrinos, pertenecientes en su mayoría a parroquias de Cangas de Onís, Parres, Noreña, Nava, Pravia, Valdés, Gijón, Piloña, Trubia y Llanera.

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, encargado en esta de edición de presidir y predicar ocho de los nueve días que consta la novena, resaltó en la homilía de ayer titulada «Cuando un silencio todo lo envolvía. La larga espera del Mesías», que hay que recorrer «la vieja historia de la vida de María y reconocernos a nosotros dentro» de ella, así como «que en nuestro silencio amanezca una palabra grande, "Paz"».

Para la jornada de hoy, a partir de las seis de la tarde, está previsto que el Arzobispo de Oviedo siga desgranado la vida de la figura de María bajo, en esta ocasión el título «El Vértigo de una llamada: lo imposible se hace posible».

Sanz Montes sólo faltará en la novena el día 7 de septiembre, cuando el abad de Covadonga, Juan José Tuñón Escalada, se encargará de predicar la Eucaristía, ese día el título «Covadonga: Madre y Reino de nuestra montaña». Ese mismo día, a las diez de la noche, el abad presidirá también la vigilia de oración con los jóvenes y la recepción de la cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud. El 8 de septiembre, día de Nuestra Señora de Covadonga, la misa estará presidida por el Arzobispo, a las 12 del mediodía y el ramu de la procesión será ofrecido a la Santina por las parroquias de Cangas de Onís.