Llanes, María TORAÑO

Los trabajos de limpieza y acondicionamiento de la iglesia románica de San Antolín de Bedón, en el concejo de Llanes, arrancaron ayer, una semana después de la visita realizada por el consejero de Cultura del Principado, Emilio Marcos Vallaure. A primera hora de la mañana, un equipo de operarios municipales comenzó con las labores dentro de la iglesia y en los terrenos de alrededor. Dentro del templo se afanaron en retirar todos los excrementos de animales que había, así como tierra y otras basuras, mientras que fuera se centraron en desbrozar y retirar maleza. Los acompañó un arqueólogo de la Consejería, que fotografió algunas de las pintadas existentes en las paredes interiores y que cubren incluso una lápida del suelo. El siguiente paso será limpiar esos restos de grafitis, que aparecieron antes de Semana Santa.

A lo largo del día, la alcaldesa de Llanes, Dolores Álvarez Campillo, y el teniente de alcalde, José Balmori, visitaron San Antolín de Bedón acompañados del jefe de área de Fomento en la Delegación del Gobierno de Asturias, José Luis Villaverde. Desde el Consistorio consideran esta intervención como un primer paso hacia la «restauración y conservación» de la iglesia. Las administraciones públicas reaccionan así ante el abandono y deterioro del monasterio meses después de que lo hiciesen los vecinos. De hecho, hace ya varios años que desde distintos sectores -como en la publicación «Bedoniana»- se denunciaba el estado ruinoso del edificio.

Pero tras la aparición de los últimos grafitis, un grupo de vecinos y veraneantes de Naves, encabezados por la joven María de la Vega, comenzó una campaña de denuncia y una recogida de firmas para presionar a la Administración y obligarla a que actúe «de forma inmediata contra la expoliación que de modo sistemático viene sufriendo» el templo, construido a finales del siglo XII y catalogado como monumento nacional y bien de interés cultural (BIC). Según los últimos recuentos, más de un millar de personas habían mostrado su apoyo a la iglesia, ya que dada su importancia y su catalogación monumental debería recibir «la máxima protección».

Durante la visita de la semana pasada del Consejero se señaló que el problema radica principalmente en la propiedad de los terrenos y que la Delegación del Gobierno está buscando una solución definitiva para que pueda pasar al Estado y así poder actuar. Según otros testimonios y documentos, ese tema está más claro ya que la iglesia y el monasterio son del Estado, mientras que los terrenos dentro de los que se encuentra son privados. El templo es de titularidad pública, desde mediados del siglo XIX, pero está enclavado dentro de una propiedad privada. El edificio está situado en terrenos pertenecientes a Bricia, en Posada de Llanes, pero ha estado adscrito desde su construcción a la vecina parroquia de Naves, de la que llegó a ser iglesia parroquial durante varios siglos.