Arriondas, P. MARTÍNEZ

Después de una severa complicación de salud, que hace un mes casi le cuesta la vida, el parragués que frustró un atraco en la noche del jueves en un supermercado de Arriondas actuó «sin miedo ni nervios». Así lo relató ayer este hombre, que prefiere guardar el anonimato y que estaba justo detrás del atracador en la cola de la tienda.

El delincuente, de unos 30 años y nacionalidad española, según describió este testigo, llevaba veinte euros en la mano para pagar una botella de licor. Cuando la trabajadora abrió la caja registradora para darle la vuelta, aprovechó y se lanzó a por ella, provocando la reacción inmediata de este héroe anónimo. «Lo primero que hice fue echarme encima. Él me decía que necesitaba el dinero», explicó.

Tras forcejear ambos hombres, el atracador aprovechó un descuido y sacó la pistola, similar a una «Veretta» -pequeña, práctica y manejable- haciendo un nuevo amago de volver a la caja registradora. «Me la puso en el pecho y la aparté», añadió el parragués, al que una reciente operación impidió reducir con éxito al atracador que estaba «muy nervioso».

Instantes después, el delincuente abandonó el supermercado por la puerta que da al parque de la Llera. El hombre le siguió diciendo «que le había visto la cara, y él miraba hacia atrás para ver si le seguía». Eran las ocho de la tarde y minutos después llegó una patrulla de la Guardia Civil, cuyos esfuerzos por controlar el tráfico en las entradas a la capital parraguesa, en Sevares y en Infiesto, no lograron detenerle.

La investigación continúa abierta, a expensas de recoger todos los testimonios, visionar las cámaras de seguridad y verificar las distintas hipótesis sobre su identidad y paradero.