Villamayor (Piloña),

Lucas BLANCO

El concejo de Piloña ya puede respirar más tranquilo. Más de un año después de que la fábrica de Chupa Chups de Villamayor echara el cierre dejando a unos 120 trabajadores fijos en la calle, la situación de concurso de acreedores desde el pasado junio de otra emblemática compañía del concejo, General de Juguetes, hacía pensar en un nuevo capítulo dramático para la industria del concejo. Pero finalmente parece descartado después de que la empresa juguetera superase con éxito el proceso.

La propia empresa se felicita de haber conseguido firmar un convenio con el respaldo de una amplia mayoría de acreedores. Según este acuerdo, se compromete a pagar la totalidad de su deuda en un plazo de entre 6 y 8 años, a través de la aprobación de un plan viabilidad, apoyado por la banca, que garantiza el futuro de su actividad.

De esta forma, los alrededor de 30 trabajadores que conforman la plantilla habitual de la compañía tienen garantizada su continuidad para los próximos años, al igual que el resto de la empresa, que desde hace 30 años tiene una situación consolidada en el sector juguetero con productos líderes como el famoso pompero que le ha servido para diferenciarse y exportar sus productos a más de medio centenar de países de todo el mundo.

Según el gerente de la empresa, Evaristo Sierra, la superación del concurso de acreedores es algo que no debería de sorprender a nadie. Según él, este proceso fue motivado por la atípica situación financiera actual y no por la mala marcha de su actividad.

«Resulta paradójico que hayamos entrado en este proceso cuando vivíamos el mejor momento de ventas y producción de nuestra historia», destaca Sierra, que lamenta las dudas que se han planteado sobre la empresa en los últimos meses.

«El concurso no tenía que haber durado más de dos meses, pero los bancos ahora se lo piensan mucho a pesar que les des todas las garantías», añade el empresario.

En lo que respecta a los trabajadores, estos respiraron de alivio al conocer la noticia del final de la fase concursal, a pesar de que se dicen sabedores del buen momento productivo que vive la empresa. «Nos extrañaba que las cosas no fuesen bien porque en volumen de producción la cosa nunca estuvo mal», declara el representante sindical, Manuel Priede, que, no obstante, reconoce que los trabajadores llegaron a temer por sus trabajos. «Los despidos están a la orden del día y el concurso de acreedores va muchas veces ligado al cierre», señaló. Priede confía en que «con el trabajo de todos esto saldrá adelante».

No menos satisfechos con la noticia se mostraron en la Asociación de Empresarios de la Recta de Lleu (Aserlleu), asociación formada por todas las sociedades que forman parte del polígono industrial de la recta de Lleu a la que esta asociada General de Juguetes. Ven en la superación del proceso concursal un atisbo de esperanza para la industria piloñesa. «Es una empresa referencia en este polígono y un ejemplo para los empresarios del concejo», señala el presidente del colectivo Francisco Javier De Diego, más conocido como «Pancho».

El propio Pancho señala además que la importancia de esta empresa no radica solamente en los 30 trabajadores que conforman actualmente su plantilla, sino que a lo largo de su actividad empresarial ha reportado muchísimos beneficios económicos a los vecinos de las localidades colindantes. «Muchas familias de los alrededores han ganado un dinero extra armando juguetes para la empresa en su tiempo libre», recuerda el presidente de la asociación de empresarios como claro ejemplo de la importancia de esta empresa para la zona.