Lastres, P. MARTÍNEZ

El efecto que provocó la serie televisiva «Doctor Mateo» parece apagarse poco a poco y con él las visitas que atraía a Lastres. Un año después de que dejara de emitirse, la Oficina de Información Turística de la villa marinera ha recibido unas 14.500 visitas entre julio y septiembre.

Durante este mismo periodo del año pasado, esta cifra fue de 30.300, más del doble. Aunque Lastres será «San Martín del Sella», -el nombre que tenía la villa en la ficción televisiva- todavía durante mucho tiempo, aquella enorme atracción va diluyéndose. La villa marinera pasa así a formar parte de los núcleos turísticos que presentaron cifras terrenales y descensos de en torno al diez por ciento.

No tan lejos, el verano pasado, quedan los tiempos en que unas 3.000 personas visitaban a diario la casa del doctor, según relataba entonces Manuel Collada, recepcionista del hotel Palacio Vallado, cuya fachada representó en la serie al Ayuntamiento de San Martín del Sella. «Ha sido todo un "boom" que está trayendo muchísima gente. Todo el que está alojado en Asturias dedica un día para visitar la ruta del Doctor Mateo», aseguraba.

En el caso de la villa colunguesa, la Oficina de Información Turística del núcleo urbano contabilizó, entre julio y septiembre, un total de 12.150 personas, mientras que en el mismo periodo del año pasado fueron 13.450 las que pasaron a informarse por las instalaciones.

Este descenso, de en torno al diez o doce por ciento, se ha manifestado sobre todo en el turista nacional, el más afectado por la crisis económica.

Mala ocupación en julio

Los empresarios turísticos de la comarca coinciden en que el mes de julio fue «terrible». En Llanes, por ejemplo, la caída alcanzó el 20 por ciento de la ocupación, que en otra zona típica de turismo como Cangas de Onís no alcanzó el 40 por ciento.

Buen tiempo salvador

El sol que de manera ininterrumpida ha bañado Asturias desde principios de agosto hasta estos días ha servido para paliar el desastre.

Menor rentabilidad

La bajada de los precios para atraer visitantes provocó que la rentabilidad de los establecimientos fuera mucho menor que otros años.