Lozana (Piloña),

Lucas BLANCO

Hartos y desamparados. Así se mostraban ayer los ganaderos de Piloña tras descubrir que el lobo había matado a seis ovejas en una finca próxima a la localidad de Lozana, en la parroquia de San Juan de Berbío, justo un mes después de que los lobos matasen también a un ternero a escasos metros de una casa en la parroquia de Ques.

Al parecer el ataque se produjo de madrugada después de que uno o más lobos accedieran a la finca excavando por debajo de los alambres del cierre. Ya por la mañana, María Dolores Bermúdez, madre de los propietarios de la oveja descubría el desaguisado. «No sé como se lo voy a contar a mi nieto de once años con lo que las quería», indicó una emocionada Bermúdez que considera que de no tomar medidas contra el lobo, «la ganadería está abocada a la desaparición en cuestión de no muchos años».

En la misma línea se pronuncia el vicepresidente de al junta ganadera de Piloña, quién apunta directamente al Gobierno de Javier Fernández como responsable de estos hechos. «Les invito a que dejen su Audi y se pongan las botas para venir a visitar lo que ocurre sobre el terreno», declaró ayer un enfadado Molina que exige a la consejería que tome cuanto antes cartas en el asunto para terminar con lo que considera «una pandemia». «No es que pidamos cobrar por los daños es que no queremos sufrirlos», comentó el ganadero, recordando la importancia que el campo para superar la crisis actual. «El campo puede salvar a tanta o más gente como las políticas sociales», apostilló Manuel Senén Molina.