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Los vecinos de Lastres temen el cierre de su centro de salud y que los deriven a Colunga

Los usuarios reivindican la idoneidad para el servicio de la Casa del Mar, cerrada en 2004 por supuestas deficiencias

Los vecinos de Lastres temen el cierre de su centro de salud y que los deriven a Colunga P. M.

Los vecinos de Lastres lamentan que su centro de salud esté cerrado temporalmente por la presencia de pulgas y coinciden en reivindicar un equipamiento digno para la villa, pero los peor pensados ven en la decisión de las autoridades sanitarias una intención velada. Temen que tras esta clausura -a la que Sanidad pondrá fin "lo antes posible"- se esconda la intención de quitar la atención médica de Lastres y hacer que los vecinos vayan al médico a Colunga.

Esta medida sería nefasta para el pueblo, en el que "más del 75 por ciento de los habitantes están jubilados y no tienen medios para ir a Colunga", explicó Luis Rodríguez Arrojo. "Yo puedo buscarme la vida, pero las personas mayores no", añadió, convencido de que la intención real del Principado es cerrar definitivamente el centro de Lastres. "Van a cerrarlo y llevarlo para Colunga, al tiempo", coincide Felipe Pedrayes antes de rememorar cómo en el año 2004 el servicio se trasladó desde la Casa del Mar al local actual "porque el edificio supuestamente iba a caerse".

Los llastrinos temen quedarse sin centro de salud "como lo llevaron todo" y algunos hasta apuntan que el colegio será el siguiente servicio que les quiten. A Eutimio Busta le parece "bien triste" que el consultorio llastrín esté cerrado por la presencia de pulgas "en los tiempos actuales" y lamenta "la imagen que se da del pueblo". Este vecino responsabiliza a la Administración de no haberse preocupado "de los animales que andan sueltos, sin control" y de la "decisión política" que llevó a cerrar "el mejor consultorio que había en el Oriente", el llastrín cuando estaba en la Casa del Mar. Busta cree que este edificio tiene "posibilidades de ser reabierto" para volver a ser la consulta médica -y local de jubilados, de ensayos, cafetería, etcétera- que fue para los habitantes de Lastres.

A Arturo Fernández, por su parte, le parece "rarísimo que haya pulgas en el centro de salud" y también ve la intención de "ir cerrándolo poco a poco. Van poniendo pegas y llegará un momento en que lo cierren", añade este vecino.

Gacel Sánchez Naredo coincide con esta hipótesis y añade una sonora queja contra la gestión sanitaria tanto en Lastres, "que no existe", añade, como en Colunga. "Es una vergüenza que hace quince días fuera con mi hija de un año y dos meses al pediatra a Colunga y no estuviera ni la titular ni un sustituto", narra visiblemente indignado, pues una médico generalista le dio un medicamento para bajar la fiebre y les ordenó volver para casa, cuando en realidad la niña tenía una bacteria y tuvo que estar nueve días ingresada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

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