De Lastres se conocen la cultura marinera y los escenarios del rodaje de la serie televisiva "Doctor Mateo", pero pocos saben que la villa marinera fue cuna de una impresionante red comercial conectada con toda la península Ibérica, con Europa e, incluso, con América. Fue durante el siglo XVIII, como refleja la historiadora del Arte Milca Iglesias en la tesis doctoral que ya ha depositado y que defenderá en septiembre, y que será motivo, por otra parte, de una conferencia de los XX Alcuentros cola Cultura Tradicional d'Asturies.
"Lastres no se puede comparar con otras villas marineras de Asturias, como Cudillero o Tazones, en las que se ven construcciones hechas con materiales más humildes", expone la historiadora antes de reproducir la pregunta que se hizo al inicio de su trabajo: "de dónde vino el dinero y cómo llegó a ser una de las villas más importantes de Asturias", pues la pesca por sí sóla no genera tanta riqueza.
Iglesias puede responder ahora que "Lastres fue una villa con un comercio impresionante", algo que demuestra el hecho de que durante todo el siglo XVIII "más de 130 hombres se trasladaron a Galicia, desde donde comerciaban con puertos de Europa, América y la península Ibérica". Los comerciantes llastrinos se centraron, sobre todo, "en el comercio de tejidos con Inglaterra y Holanda, en el comercio de metales con Vizcaya y Francia, y de objetos exóticos con América", enumera la experta.
Esos más de 130 hombres que salieron de Lastres para emprender formaron compañías comerciales en Galicia, unas redes que potenciaron gracias al "paisanaje. Cuando necesitaban alguien que los ayudase, bien fuera mancebos o socios, llamaban a sus vecinos", relata Iglesias, quien describe cómo entre los comerciantes y los emigrantes construyeron importantes edificios en la villa.
Esta investigación ha permitido saber cómo eran los ajuares y las casas de los llastrinos de aquella época, en las que había desde mobiliario rococó traído de Francia hasta objetos y piedras preciosas de muchísimo valor. Pero, ¿por qué Lastres y no otro lugar para exportar este capital humano tan pionero y emprendedor?. Milca Iglesias tiene su propia teoría: "uno empezó y siguió el resto. A mediados del siglo XVII empieza a haber en Pontevedra algunos comerciantes de Lastres. Se van con sus barcos y se quedan en el puerto, donde empiezan a vender, sobre todo al principio, comida y hierro", explica la historiadora. Aquellos primeros emprendedores empiezan a ver que funciona y llaman a sus vecinos, que ahondan en las vías de comercio con Francia, Holanda, Londres, etcétera. "Creo que fue el boca a boca", plantea Iglesias, antes de añadir que "todos estaban relacionados entre sí. Casi todas las compañías comerciales estaban formadas por el padre, el hijo, el yerno y el cuñado". Al ver que funcionaba y se movía mucho dinero, otros llastrinos fueron detrás.
Lastres tuvo, durante esta centuria, un carácter emprendedor y muy novedoso para la época, algo que, unido al "tremendo paisanaje" y a la ayuda mutua que se prestaron, tejió una fuerte red comercial. Sin embargo, este entramado "empezó a decaer a partir de 1770, cuando comienza a haber menos comerciantes y los que quedan ya son hijos o nietos de los primeros y se asientan en las villas. Muchos se quedan viviendo en Galicia", explica la doctoranda. Hay menos dinero por el comercio, pero el puerto también empieza a decaer porque no hay caza de ballena y "los temporales lo arruinan constantemente".
Con todo, en la villa marinera aún se pueden ver restos de aquella riqueza, que en su mejor momento reunió una iglesia, ocho ermitas y más de treinta capellanías y cofradías. La ermita de San José, la Torre del Reloj, El Cuartelón y el palacio del Piquero son edificios que recuerdan la época dorada de los comerciantes llastrinos.
