La iglesia parroquial de Santa María de Colombres es, para el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, "un ejemplo de armonía y convivencia". Así la describió ayer el líder religioso en la presentación al público de la última fase de su restauración: la rehabilitación del retablo mayor y la presentación de la pintura de la bóveda central.

Sanz Montes arropó al párroco local, Amador Galán Caso, quien aseguró sentirse "en una nube" viendo el resultado. El arzobispo elogió la combinación histórica y artística del templo, donde conviven el edificio de finales del siglo XIX, el retablo del mismo siglo pero restaurado ahora y las pinturas contemporáneas de la bóveda.

El artista rumano Ioan Patriciu Gotia, religioso de la Comunidad de los Discípulos de los Corazones de Jesús y María, es el autor de la obra y ha representado al pantocrátor y a los santos protagonistas de la historia local: San Lorenzo, San Roque, San Andrés y San Juan Bautista, además de al santo asturiano por excelencia, San Melchor de Quirós. El arzobispo guardaba un especial recuerdo de la iglesia de Santa María, pues fue la primera que visitó hace cinco años, a su llegada al Arzobispado desde Aragón. "Era un día de mucha lluvia y había un plástico en el tejado, descubierto por las obras", rememoró Sanz Montes, quien confesó que entonces no tenía "ni idea" de en qué templo estaba y se recreó con el "gozo" de los niños que aquel día hicieron la primera comunión. El sacerdote describió ayer la "sorpresa" que sintió a su vuelta y la diferencia entre ambas imágenes. "Ahora está totalmente renovada, con mucho gusto y verdadero talento", alabó Jesús Sanz Montes, quien puso a la parroquia ribadedense como un ejemplo de "renovación continua de la comunidad cristiana". Esta iglesia, añadió el arzobispo, "con la belleza expresa la fe con la que se compromete en favor de los más necesitados".

El párroco local, por su parte, relató cómo el templo restaurado "envuelve espiritualmente" a quien entra en él y aseguró que los vecinos están "muy contentos" con el resultado. Tanto es así que hay quien ha llegado a abrazarlo emocionado y llorar al ver la iglesia de Santa María lucir tan renovada. Antes del retablo mayor y la bóveda central el templo ya vio renovado el tejado y el suelo, que ha quedado con su aspecto original.