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Los vecinos de Benia respaldan la construcción de la térmica de biomasa

"Son todo ventajas", afirman los residentes, que destacan el ahorro en las facturas y la creación de puestos de trabajo que supondrá la central

Los vecinos de Benia respaldan la construcción de la térmica de biomasa CRISTINA CORTE

"Muy contentos porque son todo ventajas". Así acogen la mayoría de vecinos de Benia la noticia de que en el concejo de Onís se instale la primera red de calor de biomasa de Asturias antes de que finalice el próximo año.

El ahorro en la factura del agua caliente y la calefacción es el principal beneficio que resaltan residentes como la hostelera Marta Llanes. "El Grupo Hunosa, responsable del proyecto, calcula que el ahorro superará el 15 por ciento y como no hay que pagar por el enganche a la red de calor lo pensamos instalar tanto en el hotel (de 22 habitaciones) como en nuestra casa particular", explicó la joven.

En la misma línea se expresó Roberto Fernández, que regenta un supermercado en Benia. "Además de un ahorro en la factura se consigue la poda y limpieza de las seis masas forestales de Onís, que hace mucha falta. Así se reduce el riesgo de incendios", apuntó. Y es que la intención del Ayuntamiento es la de elaborar junto con Hunosa y el Principado un plan de uso y gestión de los montes para que el combustible de la instalación salga de la masa forestal pública del concejo y se lleven a cabo repoblaciones con arbolado autóctonos. Otro de los puntos en que Fernández hace hincapié es en el ahorro de espacio. "El intercambiador de calor ocupará menos que la tradicional caldera de gasóleo, que como hay que dejar separación supera los dos metros cuadrados", cuenta el joven, que estima que en la actualidad el 90 por ciento de los vecinos utilizan gasóleo para calentarse frente al 10 por ciento restante que se decanta por el gas.

Algunos residentes como José Sánchez, de 81 años, no han acudido aún a las reuniones informativas que la empresa responsable del proyecto organiza los jueves pero ve "muy bien" todo lo que permita ahorrar al pueblo y por eso confía en que la iniciativa, que echará a andar previsiblemente este año en la zona de la ería la Vega, alcance en una segunda fase a particulares y a parajes como Tullidi. Quien sí acudió a una de esas reuniones informativas fue su hija, Rosa Sánchez. Sánchez se dedica a la elaboración de queso de Gamonéu y estima que en su quesería de Benia utiliza como mínimo dos horas diarias la calefacción, tanto en invierno como en verano, para calentar la cuba de la leche.

"Me parece buena idea porque el ahorro va a ser significativo. Nos dieron referencia de otras dos localidades españolas donde ya funciona (Ribes de Freser en Girona y Okina en Álava) y parece que allí están muy contentos", esgrimió la quesera. Sánchez celebró que la iniciativa proporcione como mínimo dos puestos de trabajo fijos en Benia, localidad que cuenta con unos 300 habitantes.

Un poco menos optimista se mostraba Roberto Flórez, el de la cerrajería, que duda de si una inversión tan grande (se estima que la instalación de la central y de la red de distribución de tuberías y subestaciones de usuarios rondará los 900.000 euros) puede ser rentable para un pueblo tan pequeño. "Supongo que estará estudiado y si es verdad que va a dar trabajo a varias personas del pueblo es bien recibida, apuntó.

El fomento de puestos de trabajo es una de las ventajas que más valoran vecinos como José Gutiérrez. "Esperemos que salga adelante el proyecto y que sea tan bueno como lo pintan. De realizarse, será necesaria gente para desbrozar los montes y también para el mantenimiento de la planta térmica de biomasa así que puede servir para fijar población joven, que hace mucha falta, concluyó Gutiérrez.

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