Satisfacción generalizada es la sensación unánime entre las asociaciones vecinales del concejo de Llanes por la retirada del Plan General de Ordenación de Llanes (PGOLL). Todos los colectivos consultados defienden que desestimar el documento, como acordó el gobierno local de coalición (Foro, Vecinos x Llanes, PP e IU) era el único camino posible para evitar, por un lado, la "destrucción" de los pueblos y, por otro, un nuevo proceso judicial y su "más que probable" anulación, tal y como sucedió con los tres anteriores planeamientos municipales.
Miguel Ángel Alonso, presidente de la Asociación de Vecinos de Lledías "El Güertín" y portavoz de la Plataforma de Vecinos de Llanes, calificó de "genial" la retirada del PGOLL. "Fue por lo que luchamos, porque aquel plan no invadiera el concejo", señaló. Alonso demandó un nuevo planeamiento que surja "desde los pueblos hacia el Ayuntamiento, y no al revés". Para ello ve conveniente proceder en el plazo de tiempo más corto posible a la elección de los alcaldes de barrio y las juntas vecinales.
"Lo primero es consultar a los vecinos y dejar que los pueblos hablen", señaló Alonso, quien no cree que permanecer otros cuatro años más sin plan suponga mayores perjuicios que los vividos "en los últimos veintiocho años. Se construyó a mares sin plan", exclamó, a la vez que defendió que vale más "esperar" a que se apruebe "un plan bien hecho, justo y a gusto de todos".
La presidenta de la Asociación de Vecinos de Celoriu "La Hoguera", Ana Gutiérrez San Miguel, satisfecha por la anulación del PGOLL, indicó: "ha quedado constatado que el rechazo al documento no era solo cosa de unos pocos, pues cuatro partidos de diferentes ideologías se han puesto de acuerdo para anularlo". Se mostró "muy ilusionada" con el proceso que ahora comienza para dar forma a un nuevo documento urbanístico.
"Por primera vez se va a tener en cuenta la opinión de la gente. Gracias al PSOE de Llanes muchas personas ha comenzado a saber de urbanismo", indicó con ironía. Según Gutiérrez, del anterior planeamiento sólo son "salvables" los estudios técnicos. "La Hoguera" no quiere que se paralice la actividad urbanística: defiende la rehabilitación de casas antiguas y que se construyan viviendas con tipología tradicional. Lo que da mala imagen son las construcciones faraónicas a medio hacer, como las existentes a la entrada de Celoriu", subrayó. Espera que el futuro planeamiento sea "legal e igualitario".
El secretario de la Agrupación de Vecinos de Llames de Pría, César Alonso, aplaudió la anulación del PGOLL, aunque manifestó su convicción de que podrían aprovecharse los aspectos generales, como los estudios orográficos o climáticos, lo que permitiría "ahorrar" tiempo y dinero. Salvo eso, "el resto era literalmente basura", señaló.
Alonso cree que el próximo paso ha de ser articular el procedimiento de trabajo para la "participación real" de los pueblos en el diseño del futuro planeamiento. Para ello apostó porque el Ayuntamiento realice una "labor pedagógica previa", con el objetivo de explicar a los vecinos "qué significa un plan general" y "y por qué se propone uno diferente a los anteriores". Será a su juicio "difícil de articular", pero "hay que intentarlo". Esa "labor educativa" en los pueblos debe incidir, en su opinión, en "olvidar un poco 'lo mío', en favor de 'lo nuestro', lo beneficioso para todos". O, lo que es lo mismo, "hacer ver que más que reflexionar sobre mi finca debe hacerse sobre nuestro espacio vital, sobre dónde queremos vivir y cómo lo queremos ordenar", añadió. Las claves principales son, a su juicio: "la participación vecinal" y la elección de un equipo redactor ajeno al Ayuntamiento mediante un concurso "claro y transparente". Esto es, que se imponga el sentido común", expresó.
Eloísa Sordo Martínez, integrante de la Asociación Vecinal "La Magdalena" de Parres, está "muy contenta y satisfecha" por la anulación del PGOLL. "Lo único rescatable son los datos generales "y la primera página, donde se dice que Llanes es un municipio rural". Sordo no cree que los principales perjudicados por la situación urbanística del concejo sean los constructores: "los perjudicados eran los vecinos de los pueblos y los propietarios de fincas que iban a estar obligados en muchos casos a construir en contra de sus deseos", indicó.
Sordo invitó a los constructores "que tanto braman por la anulación del PGOLL" a buscar nuevas formas de negocio. "Pueden dedicarse a reconstruir casas antiguas, que hay muchas por los pueblos del concejo, o a rehabilitar casonas de indianos que podrían ser utilizadas como centros de convenciones. Deberían cambiar el chip", señaló. Añadió que el modelo urbanístico que proponía el PSOE iba "en contra" de los intereses de los miembros de la asociación de constructores. "Las grandes obras las iban a hacer empresas llegadas de fuera con obreros de fuera", destacó. Sordo desea que el nuevo plan que nazca al amparo del cuatripartito llanisco "respete la opinión de los ciudadanos y se haga pensando en los medios de vida locales y respetando el paisaje y el territorio".
