El argayo de El Repelao, en la carretera AS-262 que une la localidad de Sotu Cangues con Covadonga, tiene los días contados. Una pala trabaja desde el miércoles con el objetivo de desmontar la precaria escollera de contención para limpiar y sanear la zona, donde se produjo un desprendimiento en mayo. El siguiente paso, según confirmó el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro (PP), es levantar una nueva escollera de hormigón, más robusta, y sobre ella colocar una pantalla antidesprendimientos para proteger a los conductores en caso de nuevos derrumbes.

Las obras de contención del argayo dependen de la Consejería de Infraestructuras, con la que este periódico intentó contactar sin éxito ayer, y han sido constantemente demandadas por el regidor cangués. "Estamos muy contentos, pero debería haberse hecho con más urgencia porque esta vía es la puerta de entrada a Covadonga y al Parque Nacional de los Picos de Europa, y, además de dar mala imagen, era un riesgo para los conductores", apuntó.

Los trabajos, que durarán un mes, obligaron ayer a cortar un carril al tráfico.