La playa de Arra cumplirá el próximo año diez veranos sin un acceso seguro y quién sabe cuántos más. La Demarcación de Costas rechazó ayer la solución propuesta por el Ayuntamiento de Ribadesella para habilitar un camino en la tierra que permita a los usuarios bajar con mayor seguridad de la que existe ahora. La única solución que el departamento estatal considera segura ya está plasmada en un proyecto y cuesta más de un millón de euros, un dinero del que no disponen.

Un gran argayo remató en la primavera de 2007 el deterioro que las lluvias torrenciales y los golpes de mar del invierno anterior habían comenzado en la bajada. La alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández Román, de Foro Asturias, se reunió ayer con responsables de la Demarcación de Costas en Asturias y explicó que éstos "no ven segura" la propuesta.

"No ven que sea una solución que vaya a dar seguridad a la gente que baja por ahí. El problema son las responsabilidades si hay algún problema", añadió la regidora, ante quien Costas esgrime los estudios geológicos realizados. En la reunión de la alcaldesa riosellana con los responsables de la demarcación se abordó, además, el acceso desde la localidad de Cuerres a otra playa, la de Guadamía, en el límite con el vecino concejo de Llanes. En este caso existe "un problema con la inscripción de la finca" que el Ayuntamiento compró para habilitar el acceso. "Cuando se solucione, iremos paso a paso", añadió la regidora. En este caso se trata de una escalera de madera en la mayor parte del tramo que en la parte final se propone de acero para que el contacto con el agua no la dañe, como se instaló en la Punta'l Pozu.

Zona de desembarque

Fernández Román también llevaba en la lista de asuntos pendientes la propuesta de construir una zona de desembarque para las canoas que bajan el Sella. Estaría ubicada en los Campos de Oba, bajo el puente de San Román, en la localidad de Llovio, y el proyecto tuvo "muy buena acogida" por los responsables de Costas, a quienes pareció "una estupenda idea", apuntó la regidora.

El equipo de gobierno riosellano debe tratar ahora el asunto con la Dirección General de Recursos Naturales y Protección Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente. El objetivo de la propuesta es mejorar la imagen de esta actividad turística y reordenar la zona, ya que las diferentes empresas señalizan ahora con un cartel clavado en los árboles que el recorrido ha terminado.