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"El lobo come el ganado y bien sano está"

"No hay nada más saludable que un filetón", sentencian en la feria de Amieva los ganaderos, que cierran filas y defienden la calidad de la ternera asturiana

Ganaderos y público, ayer, en la feria de Amieva. C. CORTE

No hay nada más sano que un buen filetón de carne roxa. Lo dice el ganadero de Sobrefoz Umberto Sánchez y lo secundan la mayoría de compañeros de profesión que como él se acercaron ayer a la feria ganadera de Todos los Santos de Santillán. Por el recinto amievense se dejaron ver unas setenta cabezas de ganado vacuno, pero el tema del día no fue esta vez el bajo coste al que se vendían las reses. En los corrillos que formaron ganaderos y tratantes de lo que más se habló fue del estudio elaborado por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, que esta semana puso patas arriba el sector cárnico al alertar del peligro para la salud de comer el alimento procesado y de variedad roja en exceso.

"Es un estudio muy alarmista que va a provocar un descenso del consumo y una caída de los precios", aventuró el ganadero de Cirieñu David González. "Yo las alimento con pastos del picu Pienzu, eso no puede ser malo. Donde esté un buen filete asturiano que se quite lo demás", apostilló. En la misma línea se expresó el ganadero amievense Teodoro González, que pidió una explicación "menos genérica y más real" del por qué el consumo de carne roja es probablemente cancerígeno. "El lobo nos come el ganado todos los días y bien sano que está. Nosotros tendremos que acabar comiendo grillos", ironizó, a la par que recalcó que "los chorizos más perjudiciales son los políticos y no están procesados".

Mismo tratamiento

El ganadero Valeriano Remis, presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Asturiana de la Montaña (Aseamo), lamentó la alarma creada y pidió no generalizar. "Evalúan publicaciones existentes mundiales pero el ganado no tiene el mismo tratamiento aquí que en Brasil", ejemplificó. En este sentido, remarcó la buena alimentación de las reses asturianas, a base de pastos naturales "y que están controladas más que nunca, con continuos saneamientos, desde que nacen hasta que se sacrifican", puntualizó.

José Antonio García "Toño el de Mestas" se mostró prudente. Tras lamentar que la feria de Santillán tuviera la mitad menos de cabezas de ganado que en anteriores ediciones, advirtió: "El estudio es alarmista pero no sabemos hasta qué punto va a tener consecuencias y estamos esperando a que lo aclaren un poco mejor". En su caso compró ayer cinco vacas de asturiana de los valles paridas que cotizaron a 1.000 euros de media.

El tratante piloñés Pablo Arenas también se quejó por el cerco que están sufriendo los productos cárnicos. "Estamos preocupados porque si ya estaban bajos los precios de los xatos, ahora caerán por los suelos", auguró este vecino de Valles antes de comprar una quincena de terneros, que cotizaron desde los 180 euros de asturiana de la montaña hasta los 450 de los valles. El joven matizó que hay calidades. "La ternera asturiana es una carne muy potente y que aporta mucha proteína pero hay que controlar las cantidades que se consumen", dijo.

"Nuestros antepasados llegaban con buena salud a los cien años y bien que comían carne roja, así que a mí que no me falten por nada del mundo los chuletones", aseveró el ganadero de la Vega de Sebarga Manuel Fernández, que acudió con cinco terneros de asturiana de los valles para recriar. "Nuestra carne es buena, pero si comes mucha, claro que te puede sentar mal".

Con él coincidió el ganadero Juan Luis Fernández, vecino de La Matosa, que fue a la feria amievense "sólo para echar un ojo". "En exceso todo es malo, hasta el dinero", bromeó.

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