Más de un centenar de personas temblaron con el pasaje del terror instalado en Infiesto con motivo de Halloween. La planta baja de la Casa de Cultura se convirtió en un caserón del terror de la mano de una docena de jóvenes que, capitaneados por Rafael Cortina, consiguieron arrancar más de un grito al respetable. Los curiosos comenzaron a llegar al recinto pasadas las 21.30 horas y fue tal la expectación creada que la cola de espera llegaba hasta la esquina con la calle Lueje. Los valientes entraban por parejas para hacer frente a personajes terroríficos como la novia cadáver, los payasos asesinos o el mayordomo descabezado, aunque lo que más impactó a la mayoría fue el hombre de la motosierra que sin piedad les persiguió durante todo el circuito, informa C.C.