La residencia de mayores de Lastres abrió ayer sus puertas después de haberse puesto la primera piedra hace una década y con casi tres de retraso sobre la fecha prevista para entrar en servicio, en el verano de 2013. El servicio tiene 40 plazas disponibles de las 50 de capacidad, y el centro de día aún no está operativo.

Con todo, ayer fue una jornada de celebración en Lastres El equipamiento recibió sus dos primeros residentes y hay una lista de trece personas. La consejera de Bienestar Social, Pilar Varela, explicó que su objetivo para este año es ir ocupando las cuarenta plazas con las que la residencia ha comenzado a funcionar, algo que no será difícil habida cuenta de que en el resto de Asturias hay nada menos que 1.000 personas esperando por un hueco.

No en vano, uno de los primeros residentes, José Ramón Miranda, de 83 años, estaba en la residencia pública de Grado y se trasladó a Lastres para estar más tranquilo, pues es un poco nervioso y en la villa moscona convivía con más de cien personas. El Ejecutivo regional proyectó la residencia lastrina, ubicada en el barrio de El Manso, con 56 plazas, pero al construir el centro de salud -que se inaugura el próximo viernes, día 12- se perdieron seis plazas.

El centro de día abrirá el próximo año. Al menos ésta es la intención de Pilar Varela para un servicio que tendrá quince plazas. La consejera también avanzó que la ampliación de la residencia de Arriondas concluirá en verano.

A la inauguración asistieron dirigentes locales, como el alcalde, Rogelio Pando, representantes del tejido asociativo lastrín como Celia Rodríguez, presidenta del colectivo vecinal, quien tuvo palabras de agradecimiento hacia todas las personas que hicieron posible la residencia, incluidos mayores como Enrique Granda, también presente en la inauguración. Otros como José Ángel Moro destacaron la importancia que tuvo la lucha vecinal en el logro y Carmen González, presidenta de la asociación "Virgen del Carmen" de jubilados y pensionistas, también rememoró los muchos viajes a Oviedo que dieron para conseguir que el equipamiento saliera adelante. "Al fin y al cabo lo vemos hecho. Me presta mucho que haya residentes, porque lo importante es hacer las cosas y ver que funcionan", explicó. El presidente del colectivo de mayores de Colunga, Miguel Victorero, destacó la falta que hacía una residencia en el concejo, pues "había que ir a Villaviciosa o Arriondas".