La vivienda más visitada de Sotu Cangues es la ubicada en el alto de La Sierra, en el número 61. Allí reside desde hace 97 años Maruja Sanfeliz, que afirma que el secreto para alcanzar gran longevidad está "en el cariño inagotable" que le brindan los vecinos. A su casa suben en julio, coincidiendo con la fiesta de Santa Lucía, vecinos como Ana Aller para llevarle un pan del ramu.
"También viene a verme el alcalde de Cangas, Pepín, que vive aquí en el barrio de El Bosque y me trae bombones", presume la mujer. Maruja no tiene hijos ni nietos pero no le hacen falta porque cuando se siente sola la visitan Telma y Enol da Silva, con 5 meses y dos años, los vecinos más jóvenes del pueblo. Y es que a diferencia de otras zonas azotadas por la despoblación, en Sotu Cangues hay más de 200 vecinos y "la cantera" no para de crecer. En época estival la población se duplica, sin contar con las decenas de visitantes que buscan alojamiento en alguno de los doce hoteles o en el camping. Que Sotu Cangues es un pueblo en expansión lo prueba el hecho de que haya dos talleres (uno mecánico y otro agrícola), una carpintería de aluminio, un almacén de bebida, una cerrajería, restaurantes, una empresa de turismo con rutas a caballo o incluso un zoo.
Por no hablar de la hectárea de terreno en la que desde hace dos años Andrés Suero cultiva fresas y arándanos que se distribuyen por toda Europa. Al joven todavía le sobra tiempo para capitanear al equipo de fútbol Urraca CF, de Posada. La tranquilidad que se respira junto con la ubicación privilegiada, de camino a Covadonga son, según Suero, las claves de la vitalidad que rebosa el pueblo.
"Los jóvenes estamos muy unidos", destaca este vecino, de 30 años. El punto de encuentro es la iglesia de San Andrés, del siglo XVI, cuyo acceso fue arreglado recientemente. Casi en frente del edificio religioso descansa el palacio de los González Cutre, hoy en manos de unos madrileños.
No es la única joya arquitectónica de Sotu Cangues, cuyo edificio más antiguo es el Palacio de Cambre, del siglo XVI. Aunque la construcción más representativa es la Torre del Heredero (conocida como de Soto o Caovilla) donde antaño eran elegidos los regidores de cangueses. "Dice la leyenda que aquí juró como Rey don Pelayo, dando inicio a la monarquía española", apuntan los vecinos, que reclaman mayor atención para el edificio privado, hoy en ruinas.
